Lilian Taday es la Ñusta de los puruhaes

Las candidatas recibieron premios durante la elección de la Ñusta Puruhá.

Las candidatas recibieron premios durante la elección de la Ñusta Puruhá.

Las candidatas recibieron premios durante la elección de la Ñusta Puruhá. Foto: Cortesía Ñusta Andina

Para Lilian Taday haber sido designada como Ñusta de la nación Puruhá no tiene que ver con sus atributos físicos, sino con su intelecto. Ella fue electa durante las fiestas del Kapak Raymi y se desempeñará como líder juvenil durante un año.

La joven, de 16 años, centrará sus esfuerzos en la difusión de la interculturalidad, el rescate de las tradiciones indígenas en peligro de desaparición y la integración de los jóvenes de diferentes culturas.

Uno de sus proyectos emblemáticos será un encuentro regional de líderes juveniles de diversas etnias, donde expondrán sus preocupaciones comunes, ideas y proyectos.  “Vivimos una nueva época donde el racismo es distinto al que vivieron nuestros padres y abuelos, que fueron esclavizados en las haciendas de los colonos, pero que sí existe”.

Agrega que las nuevas generaciones se rehúsan a vestir su traje originario o a hablar su idioma nativo como consecuencia de ese racismo.  Por eso su prioridad durante su gestión será revitalizar esas prácticas culturales e invitar a recordar sus raíces, amarlas y visibilizarlas. Solicitará auspicios privados y públicos.

La elección de la primera Ñusta de la nación Puruhá se realizó la semana pasada y fue el acto central del Kapak Raymi, una de las cuatro fiestas sagradas del calendario andino, donde se rinde homenaje a la energía masculina y a la vida que es posible por la dualidad de energías.

El evento contó con el respaldo de varias instituciones de Riobamba y fue coordinado por la organización Ñusta Andina, una agrupación que promueve la participación de la mujer indígena y el rescate de la figura ancestral de la Ñusta.

“Las ñustas no son reinas de belleza, son ‘lideresas’ de la comunidad. No solo participan en obras sociales, sino que están directamente vinculadas con las organizaciones y con la participación política de sus pueblos”, cuenta Inti Daquilema, organizador del certamen.

En la antigüedad, antes de la invasión inca, las ñustas eran elegidas únicamente por la conexión que demostraban desde su infancia, con los cuatro elementos sagrados. Las mujeres elegidas eran preparadas espiritualmente por los yachaks de cada pueblo y su responsabilidad era interactuar con los cuatro elementos y predecir la época de lluvias para las cosechas o pedir favores a la tierra.

En esta última elección, que tuvo presentaciones en traje de gala, ropa originaria y coreografías, participaron cinco jóvenes que representaron a las parroquias Cacha, Flores, Licto, Pungalá y Colta.

Cada una dramatizó una de las tradiciones distintivas de su pueblo, como la elaboración de máchica y chiwiles, las cosechas y los bailes. El propósito fue difundir las características distintivas de cada pueblo.

El jurado calificador estuvo integrado por líderes indígenas de Chimborazo e Imbabura. Ellos decidieron la ganadora en base a la originalidad de su atuendo, al conocimiento de su cultura, idioma y a su destreza para desenvolverse.

“Son las cualidades que toda líder debe tener”, dice Daquilema. Lilian Taday fue electa Ñusta Andina, Mary Guamán recibió la banda de Ñusta Kapak Raymi y Marisol Valente fue designada Kuitza Allpa (Reina de la Tierra).

Taday no recibió una corona ni otros símbolos que suelen entregarse en los certámenes de belleza tradicionales, sino un sombrero blanco de lana de borrego, decorado con cintas de colores.

También, vistió washkas y watanas de gran tamaño (collares y pulseras), hechos con piedras de coral, un anaco negro y una blusa blanca bordada con hilos. Estas prendas las utilizan las mujeres de alto rango en las comunidades y son un símbolo de buena posición económica y de sabiduría.

El trabajo de la nueva Ñusta Puruhá es para Taday un desafío por su corta edad y por los estudios académicos que cursa en dos colegios de Riobamba. Actualmente ya ejecuta sus primeros proyectos.

En la época navideña visitó varias comunidades e instituciones educativas indígenas para homenajear a los más pequeños, pero difundiendo las prácticas culturales andinas. “Esta es la época de los niños, porque en el Kapak Raymi también celebramos a las semillas que nacen”.

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