El Kamasutra se reinventa

El antiguo manuscrito, originario de la India, sigue inspirando nuevas versiones. Foto: Wikicommons

El antiguo manuscrito, originario de la India, sigue inspirando nuevas versiones. Foto: Wikicommons

El antiguo manuscrito, originario de la India, sigue inspirando nuevas versiones. Foto: Wikicommons

Hay uno para la mujer y otro para el hombre, que promete enseñar “cómo hacerle perder la cabeza” al sexo opuesto; un Kamasutra lésbico y uno gay, e incluso uno para iniciarse en prácticas sadomasoquistas, al puro estilo de la novela ‘Cincuenta sombras de Grey’, estrenada recientemente, en una versión para la gran pantalla.

La estética y el artificio del Kamasutra como libro, una de las obras clásicas universales, sigue interesando más de 1 500 años después de escrito por un religioso iniciado en el hinduismo: Vatsyayana, a quien se le atribuye su autoría.

Aunque la atención parece estar cifrada solo en una parte del clásico, aquella que se refiere a los 64 artes (o posiciones sexuales) ilustrados originalmente con dibujos a mano. Y soslaya a menudo los consejos sobre relaciones personales que guían al lector sobre cómo lidiar con asuntos de “etiqueta social”, como el cortejo y el matrimonio, las relaciones extraconyugales y los amantes.

El antiguo texto hindú, que aborda el comportamiento sexual humano, ha inspirado las más variadas guías técnicas para el disfrute sexual del siglo XXI. Libros como el ‘Kamasutra tántrico’ (ediciones Lea), de Abraham Vatek y ‘El Kamasutra japonés’ (Robinbook), de Házael González, llevan la tradición hindú a
otras tradiciones orientales.

La versión japonesa recoge las técnicas amatorias niponas, que parten de elementos taoístas y técnicas del feng shui, como el arte de la ocupación consciente del espacio. Mientras que la tántrica recoge las enseñanzas de esta filosofía relacionada con el control de la eyaculación y con el sexo como dimensión de satisfacción espiritual, además de física.

En las reinterpretaciones contemporáneas del texto antiguo cabe mencionar el trabajo de la periodista y escritora argentina Alicia Gallotti, que cuenta con más de una decena de libros con versiones del Kamasutra del sexo oral o uno triple equis, tanto para hombres y mujeres, como gais o lesbianas.
Originalmente las versiones eran ilustradas con dibujos a mano, en las ediciones actuales se recurre a las ilustraciones fotográficas y los libros suelen remitir a (o incluir) videos eróticos.

En el caso de ‘El Kamasutra de Grey’ (Timun Mas), de Laura Elías, inspirado en el ‘best-seller’ de ‘porno blando’, cada doble página incluye una ilustración que refleja de forma explícita la experiencia erótica.

Autores como James McConnachie van más allá del texto como pornografía práctica, como parece haberse instalado en el imaginario popular. En ‘El libro del amor, en busca del Kamasutra’ (Contextos) el británico relata las aventuras del explorador Richard Burton, quien introdujo el Kamasutra en la Inglaterra de 1883. Ofrece una panorámica de la civilización que produjo la obra, abordada como un manual de “cortés sofisticación” que incluso trataba temas tan disímiles como la decoración del hogar.

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