Lauren Singer vive en Nueva York y durante dos años ha puesto en práctica el estilo de vida ‘basura cero’. Foto: Blog Trash is for tossers
En la casa de Lauren Singer– en Brooklyn- no hay rastros de envases de plástico…y tampoco de basura. La joven neoyorquina ha vivido los últimos dos años tratando de no generar desechos, bajo el estilo de vida de ‘basura cero’.
Esta tendencia que sigue y promueve Singer implica el consumo casi exclusivo de productos orgánicos, despedirse para siempre de los contenedores (y bolsas) de plástico, usar ropa de segunda mano y otra serie de métodos que ha ido ideando en el camino hacia una vida totalmente consciente con el medio ambiente.
Poco antes de graduarse en Estudios Ambientales en la Universidad de Nueva York decidió que quería vivir de la forma más sostenible posible. Dos momentos fueron clave para que se animara a cambiar sus hábitos.
“El primero fue en mi en mi último año de universidad”, relató en su blog Trash is for tossers y aclaró que ocurrió cuando su profesor Jeffrey Hollender destacó la importancia de vivir siguiendo los valores inculcados y le hizo pensar en su propio impacto ambiental.
El hecho de ver a uno de sus compañeros llevando cada semana su almuerzo en bolsas y botellas de plástico desechables fue también un hecho motivador. “Me sentaba y pensaba, se supone que somos el futuro del planeta y aquí estamos llenándolo de basura”, escribió.
En su blog, mes tras mes, ha ido exponiendo y documentando los esfuerzos realizados como parte de su nuevo estilo de vida y también incluye información relevante para las personas interesadas en sumarse a la iniciativa ‘basura cero’.
Hay tanto publicaciones que orientan a los lectores sobre cómo armar un picnic que no genere desperdicios, como otras sobre condones sustentables y productos que sustituyen a los tampones y toallas sanitarias.
En Trash is for Tossers, Singer compartió también, en diciembre de 2014, una imagen de un frasco de vidrio pequeño en el que reúne al menos una docena de papeles de diversas formas y colores y stickers de frutas y vegetales: toda la basura que ha producido en dos años.
Estas son las únicas evidencias de lo que ha consumido o usado y que no ha podido regalar o donar (en el caso de la ropa), transformar en compost (cuando se trata de alimentos) o reciclar (telas, sábanas y prendas extremamente viejas y gastadas).
Los desechos generados por Lauren Singer en dos años caben en un pequeño frasco de vidrio. Foto: Blog Trash is for tossers
En su página personal la joven de 23 años aclara que se entiende que la basura es todo aquello que una persona descarta porque considera obsoleto y no tiene una segunda vida útil ni se reutiliza o recicla.
Después de tomar la decisión de darle un giro a su vida y evaluar sus hábitos, el primer paso fue eliminar todos los objetos innecesarios y dejar totalmente de lado todo lo elaborado con plástico.
Esto la obligó a buscar alternativas y tuvo que aprender a elaborar, por su cuenta, productos empacados que solía adquirir en las tiendas. Así, utiliza pasta de dientes, desodorantes y productos de higiene y limpieza fabricados por ella misma, naturales y libres de químicos.
En lo que se refiere a la comida Lauren tiene las reglas claras. Consume únicamente alimentos orgánicos que transporta a su hogar en bolsas de tela y que luego guarda- en perfecto orden- en recipientes de vidrio y metal, ya sea en su refrigerador o alacena.
Asimismo, solo sale a comprar más alimentos cuando ya no le quedan provisiones y trata de preservar de la mejor manera las frutas y verduras que adquiere: aprendió que colocar el apio y las zanahorias en agua los mantiene frescos. Uno de sus últimos proyectos consiste en experimentos para crear nuevas plantas a partir de los sobrantes de sus verduras.
Cuando sale de compras para conseguir productos que no se pueden hacer de forma casera, opta solamente por aquellos que son amigables con el medio ambiente, como papel higiénico reciclable, utensilios de hierro fundido o madera, cepillos de dientes de bambú, prendas de algodón orgánico, entre otros.
Singer también aplica su estilo de vida ecológico (al extremo) fuera de casa. Para movilizarse no utiliza un automóvil. Prefiere caminar y cuando tiene que cubrir largas distancias opta por el transporte público.
La joven neoyorquina, inclusive, dejó su trabajo como Gerente de Sustentabilidad en el Departamento de Protección al Medio Ambiente de Nueva York, para impulsar su propia empresa-The Simple y Co– de productos ‘basura cero’, hechos por ella de forma artesanal.
La compañía es el resultado de dos años de aprendizaje y de la transformación de sus prácticas diarias, que la llevaron además a ahorrar dinero, comer mejor (sanamente) y llevar una vida más feliz.
The Simply Co es la empresa de Singer que ofrece productos libres de químicos y elaborados de forma casera. Foto: Blog Trash is for tossers