La alimentación de los animales debe ser rica en nutrientes y moderada en grasas. Foto: INgimage.
Por lo general, la leche es un alimento que se asocia con la dieta de un gato, pero en realidad su organismo es intolerante a la lactosa y su ingesta puede provocar fuertes diarreas.
Por eso Rodrigo Vélez, veterinario, recomienda la compra de leches especiales para estos animales que están elaboradas con componentes que evitan los problemas digestivos.
Ocurre algo similar con otros alimentos como la cebolla. Si los gatos la ingieren, pueden tener problemas con los glóbulos rojos y enfrentar una anemia hemolítica.
La cebolla contiene tiosulfato, componente que no es asimilado por el organismo de los animales de la misma forma que la de los humanos.
Los dueños generalmente creen que la comida de su mesa también es saludable para los animales. Ésta es rica en calorías, pero no aporta suficientes elementos nutritivos para los felinos y se puede correr el riesgo de sobrealimentarlos y desequilibrar su nutrición.
Hay que tener especial cuidado con los huesos, pues pueden quedarse en el sistema del animal y provocar asfixia. Hace tres meses, Roxi, una gata siamés de un año de edad, sufrió una obstrucción intestinal por comer un hueso de pollo. Pasó más de cuatro días en el veterinario con un suero en su pata derecha. Corrió el riesgo de sufrir una hemorragia interna.
Camila Cáceres es su dueña y recuerda que su mascota salió de casa y en un basurero encontró restos de comida y los ingirió. Roxi empezó a vomitar y se le dificultaba moverse.
Rodrigo Vélez, veterinario, indica que estos son algunos de los síntomas que presentan perros y gatos cuando comen alimentos que son duros de digerir en el estómago. “Para evitar que el cuadro clínico se complique y derive en una perforación intestinal, lo recomendable es acudir inmediatamente a un especialista para que realice un tratamiento adecuado como un lavado intestinal”.
Pero también hay otros alimentos de los que deben estar separados los gatos. Por ejemplo el café o té, porque puede alterar o poner nerviosos a los gatos. Estos animales no poseen la misma capacidad, como los perros, para eliminar las sustancias tóxicas que se almacenan en el hígado. “El único líquido que pueden beber es el agua purificada”.
La sal es otro alimento que genera daños en la salud, ya que si el gato ingiere grandes cantidades podría desarrollar cúmulos de restos salinos en el riñón. Las gelatinas suaves con sabor a carne o pescado, croquetas de colores o enlatados son algunas de las alternativas de comida que existen en el mercado para los gatos.
Para Carlos Charry, entrenador oficial de Purina Dog Chow, es importante conocer los tipos de comida que existen en el mercado ya que son diferentes según el tamaño y edad de los felinos.
La salud de los animales depende en gran medida del tipo de alimentación y el cuidado diario que se les dé por eso no es recomendable comparar cualquier tipo de comida que no especifique los componentes con los que está elaborada”, dice Charry.
Es importante considerar las necesidades en las distintas etapas de la vida de un animal. Por ejemplo, un gato bebé requiere otra alimentación en relación a un gato joven en crecimiento o un gato mayor.
En sus primeras semanas de vida los gatitos solo necesitan leche materna y es peligroso para su salud incorporar otro tipo de alimentos. Si los recién nacidos están sin su madre, es importante acudir a un veterinario para que prescriba un tipo de leche especial.