Kim Ok-bin se transforma en La Villana de la película

Acción, drama y misterio se combinan en el filme del surcoreano Jung Byung-gil. Foto: Outnow.ch.

Acción, drama y misterio se combinan en el filme del surcoreano Jung Byung-gil. Foto: Outnow.ch.

Acción, drama y misterio se combinan en el filme del surcoreano Jung Byung-gil. Foto: Outnow.ch.

Jung Byung-gil lleva el cine de acción a otro nivel, con el estreno de ‘La Villana’. El segundo largometraje de ficción de este director, guionista y productor surcoreano se estrenó, fuera de competencia, en el pasado Festival de Cannes y desde este fin de semana (24 de noviembre de 2017) estará en las carteleras de cine del país.

La acción y el melodrama conviven en este thriller de acción, que reúne a los experimentados actores Kim Ok-bin, Shin Ha-kyun, Jun Sung y Kim Seo-hyeong como piezas centrales del relato.

Kim Ok-bin hace una entrada espectacular interpretando a Sook-hee, en un extenso plano secuencia, que pone al espectador en los zapatos de la protagonista, con habilidades tan acrobáticas como la cámara subjetiva, que la sigue y que mantiene la lógica y estética de un videojuego, para mostrar un frenético combate.

Una lluvia de puños, patadas, balas, cuchillos, espadas y hachas va dejando un rastro de sangre y cadáveres, que además de introducción sirve para mostrar el brutal y sanguinario tono del relato, el esmero puesto en cada una de las coreografías de combate, así como los ambientes de una metrópoli convertida en un interminable laberinto físico, moral y psicológico.

Cuando la cámara cambia de punto de vista, se revela la imagen de una mujer de mirada fría, quirúrgicos movimientos de ataque y veloces reflejos, entrenada por largo tiempo para convertirse en una asesina sin piedad.

Luego de este primer espectáculo de violencia, que parece alimentarse de obras similares firmadas por Quentin Tarantino (‘Kill Bill’), Luc Besson (‘La Femme Nikita’) o Chad Sthaleski (‘JohnWick’), la cinta empieza a revelar las circunstancias y motivos que mueven a esta perfecta asesina, detrás de quien se oculta una figura trágica, más que violenta.

La asesina solitaria es capturada, desaparecida y reclutada por una agencia de inteligencia, encargada de ejecutar operaciones secretas. “Danos 10 años de tu vida, y luego podrás recuperar tu libertad”, le dice Madame Kwon (Seo-hyeong), jefa de la división que controla a un equipo de mercenarios secretos, como ofreciéndole la única oportunidad de recuperar una vida normal.

Sin opciones, Sook-hee aceptamantener una doble vida como agente secreta y madre soltera, que trabaja como actriz de teatro.

Bajo tales circunstancias, Sook-hee se convierte en una antiheroína, cuya fortaleza se erige en su propia feminidad, en su instinto maternal, en su amor de hija y amante.

El director y guionista logra sostener el ritmo a partir de una serie de elementos circunstanciales, que operan como atajos y desvíos de una trama que origina intrigas y despierta emociones contradictorias.

La segunda obra de ficción deByung-gil es un lujo visual y un entretenimiento narrativo.

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