Naya incursionará en la fabricación de estas prendas, con variedad de tallas. Foto: Cortesía Naya
El Kallary Raymi (Fiesta de Inicio, en español) prácticamente es un acto de bienvenida para los migrantes kichwas otavalo que retornan a Imbabura desde Norteamérica, Europa, Asia… Así surgió la celebración hace tres años bajo la iniciativa de cinco jóvenes indígenas, comenta Ademar Chuquín, del grupo Kallary Otavalo.
También -explica- es una antesala del Pawkar Raymi (Fiesta del Florecimiento), que se celebra en comunas rurales como Peguche y Ágato, por lo que buscan fortalecer esta festividad en la zona urbana.
La programación se planifica con, al menos, seis meses de antelación. Integrantes como, Rodrigo Saránsig, que reside en Milán (Italia) está pendiente del trabajo de autogestión que realizan sus compañeros en Ecuador, para poder realizar la programación.
Este indígena, de 38 años, que posee un local de artesanías en la segunda ciudad italiana con mayor población, recuerda que cuando le solicitaron auspiciar la primera edición, prefirió unirse a la organización. “Yo ahora apoyo en lo que puedo”.
El programa, que finalizó el sábado último, es cultural y deportivo. En el primero resalta la Noche de Inicio o Kallary Tuta, que es una vitrina para proyectar a grupos de música locales, comenta Cristian Ruiz, coordinador de la velada.
En la reciente edición, que se efectuó el 4 de febrero pasado, se presentó Chayanak. El conjunto, con 25 años de trayectoria artística, está integrado por músicos de la comunidad de Punyaro, en Otavalo.
La mayoría de los nueve integrantes retornó de Estados Unidos y Europa. Cada uno trabaja en diferentes actividades. “Fue un reencuentro que agradó mucho”, asegura Ruiz.
Además, en la pasarela se mostraron los últimos diseños de vestuario indígenas, a cargo de creaciones Naya (Deseo).
La firma, creada en noviembre pasado, ofrece ropa con materia prima de calidad y diseños variados, asegura su propietario, Darwin Cabascango.
Durante una hora, 25 mujeres indígenas de varias comunidades de Otavalo, Cotacachi e Ibarra, que desfilaron como modelos, lucieron una variedad de trajes tradicionales y los vestidos de novia.
Por ahora, el objetivo de estos jóvenes kichwas urbanos es reunir en el marco del Kallary Raymi a todos los pueblos y nacionalidades del país.