La Junta se sustenta en 12 pilares

En el centro. El edificio de la JBG funciona en la plaza San Francisco, en Guayaquil. Ahí, en esta semana se entregaron los premios de la Lotería Nacional.

En el centro. El edificio de la JBG funciona en la plaza San Francisco, en Guayaquil. Ahí, en esta semana se entregaron los premios de la Lotería Nacional.

Desde el nacimiento hasta la muerte. La Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) tiene un servicio para cada etapa. Administra una maternidad, hogares y escuelas para niños, pasando por hospitales, asilos, salas de velación y el cementerio general de la ciudad.

Son 12 los pilares de su gestión, que se inició en 1888. Lo fuerte está en la salud. Sus hospitales agrupan 2 768 camas y en el 2009 atendió a 3 944 190 pacientes.

A la lista se suman dos hospicios para 565 adultos mayores; unidades educativas para 2 710 niños, salas de velaciones y el cementerio (1843), un ícono patrimonial.

El comodín para financiar esas obras, que dan trabajo a 6 500 personas, es la Lotería Nacional. La venta de guachitos cubre el 40% del presupuesto de la Junta, de USD 120 millones anuales.

Pero desde que la Asamblea aprobó el Código de Ordenamiento Territorial, su art. 172 se volvió una sombra para la JBG. Este le quita la exclusividad de la Lotería, y los gobiernos seccionales tendrían luz verde para replicarla.

Por ahora, su vigencia está en manos del presidente Rafael Correa. Y mientras decide si vetarla o no, el futuro de las dependencias de la Junta es el principal tema de debate en Guayaquil.

“La Junta no da nada gratis”, cuelgan y entra otra llamada. “La atención es buena y dan subsidios”, cuelgan y el locutor opina.

Son los elogios y las críticas que se oyen en radios locales. A la par, en la televisión, las propagandas de la Lotería y del Pozo Millonario copan los horarios estelares.El director de la JBG, Werner Moeller, destaca los hospitales, en especial el Luis Vernaza, fundado en 1564. “Atiende al 85% de los accidentados de la urbe. De ahí el proverbio popular: llévenlo al Vernaza”. Incluso Correa reconoce que la Junta cubre el 30% de la demanda de salud de Guayaquil.

Para mostrar la eficiencia del Vernaza, su director, Antonio Ortega, da cifras: en el 2009 tuvieron 8 000 cirugías y 200 200 pacientes, 20% de fuera del Guayas.

Los usuarios tienen opiniones divididas. El miércoles, en emergencias, el tungurahuense Pedro Tusa esperaba. “Hay buena atención, pero se espera mucho”. Cerca, Alberto Valle criticaba el servicio. “Es ineficiente. Medio atienden al paciente y ahí lo dejan”.

Otro hospital con demanda es el Roberto Gilbert Elizalde, que reporta 340 000 consultas y 200 000 cirugías al año, según su director, Enrique Valenzuela.

El psiquiátrico Lorenzo Ponce atiende a 948 pacientes y da 65 000 atenciones al año, según Fabricio Delgado, su director.

800 partos al día y 1,5 millones de nacimientos desde su creación. Esa es la estadística de la maternidad Enrique C. Sotomayor. Frente a una sala, Wilson Orrala miraba a su hija. Nació el martes, a las 13:15. “En las clínicas cobran 800 dólares. Aquí, solo 10”.

Luis Hidalgo, director de esta maternidad, dice que el 60% de los pacientes recibe subsidios.

En la atención a adultos mayores, la JBG tiene los hospicios Corazón de Jesús y Bien Público, para un total de 560 huéspedes.

En educación, cuenta con las escuelas José de Santistevan, Santa Luisa de Marillac, el centro Medalla Milagrosa y dos internados.

Conseguir el dinero para mantener estas dependencias es lo que preocupa a los miembros de la JBG. Óscar Orrantia, ex director, reconoce que hay otros ingresos, como los USD 3 millones que reciben del Gobierno desde que se eliminaron las preasignaciones por cobros bancarios.

También hay un porcentaje por impuestos, como la tasa por espectáculos, y el arriendo de locales en la ex Terminal Terrestre y parte del Garzocentro 2 000.

Moeller suma la autogestión de los hospitales, asilos y salas de velación. A más de 15 ONG de EE.UU. “Y el apoyo de guayaquileños ilustres, como los primeros miembros que donaron la hacienda La Atarazana”. Ahí, la Junta creó una miniciudad de servicios, en el norte de Guayaquil.

Solca afronta un destino parecido

La Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) pasó por una etapa parecida a la que hoy vive la Junta de Beneficencia de Guayaquil. Desde que se eliminó el impuesto del 5% a los créditos bancarios, en diciembre del 2008, se cerró una de sus principales fuentes de ingresos.

A partir de enero del 2009, Solca ha recibido a tiempo la asignación presupuestaria que compensa lo que percibía por concepto del impuesto. Sin embargo, no se incrementó el monto en relación con lo percibido en el 2008 (14 198 779).

Al contrario, la demanda en el 2009 creció en 55 000 atenciones en relación al 2008

(1 019 555pacientes). Eso generó problemas porque los recursos no alcanzan para atender la necesidad de más personal médico, dietas, hospitalización y mantenimiento. Incluso, eso derivó en una desmejora en la atención al paciente. Así lo reconocen los directores de la institución.

Tal es la situación crítica de Solca, que se espera que este año finalice con un déficit de 10 477 341 dólares.

Aquello repercute en el avance de proyectos de ampliación y remodelación del Hospital de Riobamba, construcción de los centros de diagnóstico de Lago Agrio, Ibarra y Santo Domingo de los Tsáchilas. Estos deberían ser concluidos en máximo dos años, pero todo está paralizado. Aparte de los inconvenientes para la continuidad del proyecto de trasplante de médula.

Hace mes y medio, los ministros de Finanzas y de Salud se comprometieron a solucionar el problema. Pero hasta hoy no hay solución. Red. Sociedad 

La inversión dentro de cinco años

El Programa de Obtención de Fondos es la opción por la que apuesta la JBG para buscar recursos y gestionar los proyectos previstos para los próximos cinco años.

Uno de los más relevantes es la nueva Maternidad Enrique C. Sotomayor, que se ubicará junto al Roberto Gilbert. Para ello se requieren USD 30 millones, cantidad que se consigue con un plan de padrinos, entre empresas y fundaciones.

El inicio de la construcción está previsto para fines de este año. Además de los servicios actuales, el futuro edificio tendrá un área para el cuidado intensivo de niños prematuros, valorado en USD 265 300.

En cuanto al Luis Vernaza, hay tres proyectos en agenda: la construcción de un centro de diagnóstico (USD 5,5 millones), independizar el Servicio de Trasplante de Órganos (USD 295 000), y la modernización de las instalaciones (USD 8 millones).

Para el Hospital de Niños Roberto Gilbert se planifica mejorar el servicio de neonatología (USD 1 543 000).

Mientras el nuevo cementerio de Guayaquil está casi listo. Su construcción se inició en el 2008, en un terreno de 15 hectáreas en la vía a la Costa.

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