La voz de Julio Jaramillo resuena en Puerto Santa Ana

La estatua del popular cantante sostiene una guitarra y reclina uno de sus pies sobre una banqueta, que desde su develamiento atrae a los visitantes de esta extensión del Malecón 2000.

La estatua del popular cantante sostiene una guitarra y reclina uno de sus pies sobre una banqueta, que desde su develamiento atrae a los visitantes de esta extensión del Malecón 2000.

La estatua del popular cantante sostiene una guitarra y reclina uno de sus pies sobre una banqueta, que desde su develamiento atrae a los visitantes de esta extensión del Malecón 2000. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

La voz y la presencia del Ruiseñor de América acompañarán a los románticos que paseen a orillas del río Guayas. Este viernes 28 de abril del 2017, el Municipio de Guayaquil inauguró un monumento parlante de Julio Jaramillo Laurido en Puerto Santa Ana.

Se trata de una imagen en tamaño real, elaborada en resina con fibra de vidrio por la artista Helen Constante. La estatua del popular cantante sostiene una guitarra y reclina uno de sus pies sobre una banqueta, que desde su develamiento atrae a los visitantes de esta extensión del Malecón 2000. Quienes se acercan podrán escuchar el pasillo Nuestro Juramento, que se proyecta a través de una caja sonadora colocada en su interior.

La obra está ubicada junto al Museo Municipal de la Música, que también lleva el nombre del reconocido cantautor. En este espacio se pueden encontrar fotografías en blanco y negro, carátulas de discos, rockolas, cassetes, partituras, prendas, instrumentos musicales y equipos de sonido. Es un paseo por la época antigua, desde 1892 cuando se fundó la primera escuela de la música en Guayaquil, hasta la época moderna.

La escultura de Jaramillo se suma a otras que engalanan la ciudad, como la de El Canillita y la del poeta Medardo Ángel Silva. Todas son parte del proyecto de esculturas urbanas, que rescata la esencia de personajes tradicionales de la urbe porteña.

Jacinto León Zúñiga, más conocido como el Rey de la Galleta, volvió a aparecer en las calles céntricas de la ciudad. Desde fines de marzo pasado comparte espacio en la plaza San Francisco junto con la imagen del Vendedor de Lotería. Ambas figuras son creaciones del artista Hans San Andrés.

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