La muestra ‘Solo papel’ se inaugura este jueves 16 de junio, a las 19:00, en la galería Ileana Viteri. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO
En una pared blanca hay nueve cuadros, sin enmarcar, del pintor José Unda. Nueve piezas que juntas conforman una especie de texto, de gran formato, de caligrafía oriental.
Estos cuadros son parte de ‘Solo papel’, la exhibición que se inaugura hoy, a las 19:30, en la galería Ileana Viteri (Camilo Destruge y Francisco Salazar).
El papel es uno de los soportes más tradicionales dentro del quehacer pictórico. Unda reivindica su uso en tiempos de lo digital y de lo virtual.
Lo prefiere porque lo considera un material espontáneo y ágil. Un material -dice-, que le ha permitido revelarse frente a los colores y las formas.
En ‘Solo papel’, sus 27 piezas, apelan a esa búsqueda del vacío y de la nada que ha inquietado a Unda durante las últimas décadas. A este artista le interesa el poder no discursivo del arte; que el espectador que se pare frente a uno de sus cuadros tenga la posibilidad de realizar su propia lectura de lo que tiene en frente.
En varios de los cuadros de ‘Solo papel’ la paleta de colores entabla un diálogo con los diferentes estados del blanco. Hay como, en mucha de su obra, la técnica de chorreado, influencia del pintor estadounidense Jackson Pollock. “Para él -dice- el chorreado era un lenguaje sobre la teoría de la forma de la no forma”.
En las piezas de ‘Solo papel’ también hay una influencia del Tao, un camino que a Unda le ha servido para poner en evidencia que en el arte se puede hacer siempre más con menos; una teoría taoísta que para él está muy presente en el arte occidental.
Unda teje lazos entre esta visión oriental y el mundo andino. “Las culturas precolombinas daban mucho valor a las energías positivas y negativas que también se cuentan en el mundo taoísta”.
En los cuadros de Unda la dialéctica -diálogo entre lo negativo y positivo- es una constante. Hay vacío y también hay trazos verticales y horizontales que se contienen unos a otros. Aparece la idea de complemento.
Ilena Viteri subraya que la obra de Unda se caracteriza por su gestualidad e inmediatez. “No hay en sus pinturas esa conceptualización que puede guiar a otros artistas. Eso le permite capturar el instante. Reivindica la persistencia de la pintura y la capacidad de apelar a la transformación de la conciencia a través del poder no discursivo del arte”.
Las indagaciones que Unda ha realizado sobre la ciencia y la filosofía imprimen en su personalidad un aire místico. No habla de ello pero la influencia del pintor español Manuel Viola siempre está presente en su obra. Unda fue su asistente durante los meses que este pintor permaneció en el país.
Viola fue parte del informalismo -aquel movimiento pictórico donde lo abstracto y lo gestual era el leitmotiv de los artistas, sobre todo, franceses-. Cuando Viteri observa el tratamiento de la materia que hace Unda no puede evitar pensar en Viola y en su legado.
‘Solo papel’ es la oportunidad para confirmar la maestría con la que Unda trabaja la técnica mixta. Obras que fueron elaboradas con espátulas, esponjas y lijas. Este pintor, uno de los más prolijos de su generación, se mantiene en la postura de no utilizar brochas para sus trazos.
Desde hace años, uno de los objetivos de Unda es pintar la nada. Para eso se vale de las analogías, el mundo contemplativo y esa lucha constante entre el bien y el mal.
La exposición ‘Solo papel’ estará abierta hasta el próximo 9 de julio, de lunes a viernes de 09:30 a 19:00. Los sábados se podrá visitar la galería previa cita.