José Luis Cordeiro: ‘La tecnología hará posible la inmortalidad’

“Vean el mundo con una nueva cara, porque  todos vamos a ser cambiados radicalmente por la tecnología”.  José Luis Cordeiro Profesor en Singularity University

“Vean el mundo con una nueva cara, porque todos vamos a ser cambiados radicalmente por la tecnología”. José Luis Cordeiro Profesor en Singularity University". Foto: Camilo Pareja para EL COMERCIO

“Vean el mundo con una nueva cara, porque todos vamos a ser cambiados radicalmente por la tecnología”. José Luis Cordeiro Profesor en Singularity University". Foto: Camilo Pareja para EL COMERCIO

¿Se imagina que fuera capaz de trasmitir un mensaje directamente desde su mente hasta otra sin tener que pronunciar una palabra? ¿O le gustaría secuenciar su genoma humano para conocer qué enfermedades podría sufrir en el futuro según su herencia? Según el académico José Luis Cordeiro, de la Singularity University de Silicon Valley (Estados Unidos), esto será posible en algunas décadas.

Este ingeniero, científico, futurista y economista venezolano dictó una conferencia sobre el futuro de la innovación tecnológica. O en sus palabras, sobre “temas del futuro y hacia dónde va la humanidad”.

En la tarima del Salón de los Presidentes, del Centro de Convenciones de Guayaquil, vestido con una corbata de Mickey Mouse, Cordeiro habló sobre varios temas no aptos para escépticos: desde los autos que se conducen solos hasta la colonización de otros planetas e incluso de la posibilidad de la inmortalidad.

El objetivo de su conferencia, dijo el experto, fue el de hacer que los asistentes “vean el mundo con una nueva cara”, porque “vamos a ser cambiados radicalmente por la tecnología”.

Pero las predicciones de Cordeiro no son solo unas palabras sueltas. Todo es basado en estudios, con ejemplos reales, en casos de emprendimientos y de grandes empresas que ya están trabajando para llegar a ese futuro que, aunque suena a ciencia ficción, es real.

Habló sobre las cosas que ya están sucediendo y que muchos desconocen. Como las plantas que brillan en la oscuridad, que fueron desarrolladas con el gen que hace que la luciérnaga se prenda. O el proyecto Matternet, que trabaja con unos drones para entregar medicamentos en áreas intransitables o consideradas como de alto riesgo, porque se encuentran en zonas de conflicto porque sufren de epidemias.

Sobre las cosas que se vienen a futuro, Cordeiro inició su charla con el tema de la futura colonización de Marte. “En 15 años haremos los primeros viajes reales. Actualmente existen unas 10 misiones para ir a Marte, tanto de gobiernos, como de iniciativas privadas”. Entre los gobiernos que están planeando esto, mencionó a China y a ­Estados Unidos.

Otro tema que llamó la atención de los asistentes fue el de la secuenciación del genoma humano. Esto permitiría saber “de qué nos vamos a morir… y prevenirlo”.

Por eso, dijo, la medicina del futuro ya no será curativa sino preventiva. Este mismo avance científico permitiría –en palabras de Cordeiro– saber de dónde venimos, y también diseñar a las futuras generaciones genéticamente. “Ustedes son la última generación de humanos por error. En el futuro podrán saber cómo van a ser sus hijos y seleccionar sus características”.

También habló sobre los cuatro avances tecnológicos que para él son los más importantes: la nanotecnología, la ­biotecnología, la cognotecnología y la infotecnología. La primera está relacionada con los átomos, la segunda con las células. Las otras dos se relacionan con las neuronas y los bits, respectivamente.

Para el experto, el avance de la tecnología ‘per se’ no es positivo ni negativo. Depende de lo que los humanos hagan con ella. “Estamos ante la tercera revolución de la humanidad. La primera tuvo que ver con los recursos naturales; la segunda, industrial, estaba ligada a los recursos financieros. La de hoy tiene que ver con el recurso humano. Estamos ante la revolución del conocimiento”.

Sobre la cognotecnología, Cordeiro aseguró que se está trabajando a escala mundial en algunos avances, como el Mindwave, un aparato que se sacó de uno de sus bolsillos y se colocó en la cabeza.

Se trata de un biosensor tecnológico de la firma Neurosky, que posee un electrodo y que “puede leer la mente” y transmitir información directo del cerebro a una computadora. “Esto sucede hoy; en unos 20 años ya podremos comunicarnos de mente a mente. Hablar es primitivo”.

Hoja de vida

Su formación.  
Estudió Ingeniería Mecánica en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Se especializó en Economía e Idiomas.

Su experiencia.  
Es profesor y asesor de la Singularity University, especializado en Energías Renovables. Además, es el actual director de The Millenium Project, del Instituto Smithsoniano, que identifica tendencias para la proyección de un futuro mejor y más abundante.

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