La nueva Reina de Ibarra impulsará el arte y la cultura de su ciudad

Janina Guzmán agradeció el apoyo y comprometió a servir a su ciudad. Francisco Espinoza/para EL COMERCIO

Janina Guzmán agradeció el apoyo y comprometió a servir a su ciudad. Francisco Espinoza/para EL COMERCIO

Janina Guzmán agradeció el apoyo y comprometió a servir a su ciudad. Foto: Francisco Espinoza/PARA EL COMERCIO

Janina Alejandra Guzmán Endara, la nueva Reina de Ibarra, se familiariza con el nuevo rol que deberá cumplir hasta septiembre de 2017. Se trata de la soberana número 50 de la ‘Ciudad Blanca’, provincia de Imbabura, situada en el norte de Ecuador, que fue electa el 17 de septiembre último.

"Inicia un año lleno de sueños, proyectos y metas. Es tiempo de unirnos todos para que Ibarra se fortalezca y se ponga más hermosa de lo que es".

Dueña de unos ojos verdes y una sonrisa cautivante, la ibarreña, de 22 años, preside las fiestas por los 410 años de fundación española de la urbe. En la primera semana su rutina cambió radicalmente, de la tranquilidad de su hogar a la inusitada fama.

Ahora tiene que atender múltiples entrevistas, solicitud de fotografías de ciudadanos que le reconocen y presidir las festividades.

Esta egresada de la Escuela de Jurisprudencia de la Universidad Católica de Ibarra, tiene listo su plan de trabajo. Fomentará el arte y la cultura, con el apoyo de instancias municipales. Le gusta la actuación.

El convertir en Reina de Ibarra fue un sueño que mantuvo desde niña. Se concretó a superar a siete candidatas más, que participaron en el certamen de belleza. La elección no estuvo exenta de anécdotas. Quizá la más curiosa fue que la banda de Reina tuvo los colores blanco y rojo y no al contrario, como es la bandera ibarreña.

Éste y otros detalles armaron la polémica entre los ibarreños. Incluso, la selección y nominación de Reina fue cuestionada. El grupo ciudadano Más 8 solicitó al Concejo Municipal que se elimine la elección de soberana del programa de fiestas.

A pesar de todo, Álvaro Castillo, alcalde de Ibarra no dio paso. Argumentó que tradicionalmente ha sido un espacio que permite resaltar la belleza y la inteligencia de la mujer ibarreña.

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