James Blunt, una noche de risas y romance

El artista británico James Blunt se presentó este 19 de marzo en el Ágora de la Casa de la Cultura en Quito. Foto: Patricio Terán/El Comercio

El artista británico James Blunt se presentó este 19 de marzo en el Ágora de la Casa de la Cultura en Quito. Foto: Patricio Terán/El Comercio

El artista británico James Blunt se presentó este 19 de marzo en el Ágora de la Casa de la Cultura en Quito. Foto: Patricio Terán/El Comercio

Si se reconoce los 17 meses de gira que ha realizado James Blunt, se entiende que tiene dominado su show. La presentación del inglés se realizó en el Ágora de la CCE, la noche del jueves 19 de marzo. En el acústico, Blunt demostró que, por más románticas que sean sus canciones, el público no se aburre en sus conciertos.

El repertorio de 20 temas duró alrededor de una hora y 40 minutos. Durante este tiempo, Blunt logró hipnotizar a su audiencia con su carisma y sus canciones. El artista es conocido por satirizar las situaciones y el evento, en Quito, no fue la excepción. “Quito, perdóname, mi español es muy mal", dijo entre risas el artista.

Sus pocas palabras en español se mezclaron en las introducciones a sus canciones. El artista no es solo un narrador en sus sencillos, también lo es en vivo. Se quedó conversando con el público para ganarse su afecto, a través de ironías. Su conocido complejo de baja estatura fue uno de los tópicos que lo mantuvo platicando. “Esta guitarra pequeña es mi favorita, significa todo para mí, me la llevo a la cama todas las noches. Me la llevo porque me hace sentir un poco más grande, porque yo soy un hombre un poquito pequeño. Si ven bien he empujado mi banda hacia el fondo, para que estén lejos de ustedes y se vean pequeños, yo me vea muy grande", dijo Blunt provocando risas de la audiencia. Con eso cerró la conversación para dar paso al tema Postcards, del disco Moon Landing’.

La gira, que lleva el mismo nombre del disco, busca promocionar los más recientes temas del artista. De ese álbum sonaron Face the sun, Satellites, Heart to Heart, Blue on Blue y Bonfire Heart. Esta última canción fue una de las más coreadas por el público, impulsado por el mismo artista que no paraba de moverse de un lado a otro.

Entre la hiperactividad y la emoción, Blunt se divirtió en el escenario quiteño. El cantante se apegó siempre a un instrumento, pues pasó entre las guitarras clásicas, eléctricas y su piano. Pero su rostro conmovía a la audiencia por su expresividad, ya que solo con sus gestos animaba a la gente a gritar o ponerse sentimental, sobre todo en temas como Goodbye My Lover, en donde se quedó sin banda y serenó al público desde su teclado.

Blunt entretiene por su espontaneidad, en el tema Cuz I Love You se acercó al público, del lado derecho, empujando las cercas que lo alejaban, en Same Mistake apagó las luces del escenario para solicitar que se enciendan las linternas de los celulares de los asistentes y en So Long Jimmy hizo que el público se agache y salte a su orden.

Ni la lluvia, ni las marchas detuvieron el evento del inglés que llenó un 90% del Ágora, reteniendo al público hasta el final del concierto. You’re Beautiful fue uno de los temas más esperados y el mismo artista silenció a su banda para poder escuchar a los asistentes cantar en un solo grito. El bloque final, después de su salida falsa, concluyó con los temas Stay the Night y 1973.

Blunt es un personaje que logra caer bien al público y comparte su enérgica alegría. "Quito quiero decirte cuán especial es que estemos aquí" dijo el artista. Blunt añadió, “esta es nuestra primera vez en Ecuador, pero es mi cuarta gira mundial. Empezamos en China, fuimos a Estados Unidos, Australia, Europa y Sudáfrica, pero todo eso fue solo la práctica para poder llegar a ti, Quito“, concluyó.

La agrupación ecuatoriana que abrió el concierto fue Esto es Eso, quienes ocuparon el escenario por 40 minutos en los que recordaron al público temas como Light It Up y recorrieron historias de sus influencias musicales como Pink Floyd.

La noche terminó cerca de las 23:00 con una foto que James Blunt tomó al público, para llevarse como recuerdo de su paso por la capital.

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