Aumento del IVA complica cuidados de mascotas con necesidades especiales

María Belén Andrade debe darle dos pastillas diarias a su perro Lucas para contrarrestar su dermatitis. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

María Belén Andrade debe darle dos pastillas diarias a su perro Lucas para contrarrestar su dermatitis. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

María Belén Andrade debe darle dos pastillas diarias a su perro Lucas para contrarrestar su dermatitis. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

El alimento balanceado es uno de los productos que gravan IVA del 14% desde el 1 de junio de 2016. Este incremento de precios no ha sido bien recibida por los propietarios de mascotas y directores de organizaciones de protección animal, pues consideran que limita el buen cuidado que se puede dar a los animales de compañía.

Carolina Vega es propietaria de Fidel, un fox terrier de 2 años. Su perro tiene un problema en la piel, por lo que debe alimentarse con balanceado Súper Premium (de muy alta calidad).

Los fox terrier son perros de raza pequeña. Dependiendo del balanceado, su alimentación puede costar –con un alimento regular- entre USD 15 y 30. Sin embargo, en el caso de Fidel, su dueña gastaba cerca de USD 90 antes del aumento del IVA. Hoy, la misma cantidad de alimento le costaría más de USD 100.

Con los nuevos precios, Vega tuvo que buscar una alternativa. Ahora mezcla el balanceado especial con uno más económico pero también de alta calidad y del mismo fabricante para equilibrar el costo y que dure más tiempo. “No le puedo cambiar por las alergias”, cuenta.

Otro problema que enfrenta Vega es la dificultad para encontrar la marca que necesita. Usualmente la adquiere en clínicas veterinarias, pues en los supermercados se agota rápidamente. Con respecto a los productos nacionales, Vega no ha encontrado una marca que le sirva a su mascota.

“Conozco mucha gente con perritos alérgicos que compran pedazos de ternero en el mercado y le mezclan con arroz. Es más barato que la comida de perros sensibles que es de salmón”, dice Vega. Ana Belén Guzmán, médica veterinaria, considera que una dieta casera si puede ser una opción para animales alérgicos pero puede causar deficiencias nutricionales que se deben compensar con suplementos.

Patricio Ruiz, presidente del Colegio de Veterinarios de Pichincha y médico de la Clínica Beagle, explica que en el mercado se encuentran dos tipos de alimento balanceado: dietas normales con calidades diferentes y dietas medicadas. Estas últimas son de uso exclusivo veterinario y sirven para tratar problemas renales, hepáticos, cardíacos, de articulaciones o de la piel.

“Nos ayudaba en el proceso de curación de ciertas enfermedades crónicas. El hecho de ser importados ya los hacía caros; ahora cuestan mucho más con el aumento del IVA”, indica Ruiz. “Se decía que el incremento era en ciertos productos mas no en medicinas, sin embargo, sí se ha gravado el impuesto en estos alimentos medicados”, agrega.

Ese es el caso de Enzo, un beagle de 10 años que tiene artritis. Su dueño, David Guzmán, lo alimentaba con una marca importada que estaba indicada para perros mayores y con problemas en articulaciones. Eso cambió con los nuevos precios y su familia se decidió por una marca nacional, pero el resultado no fue bueno.

“Una de las patas traseras estuvo con problemas una semana”, asegura. Llevó a Enzo al veterinario y le indicó que necesitaba volver a la marca anterior. Ahora debe tomar una medicación especial para frenar el deterioro de sus articulaciones. Un frasco de 60 pastillas cuesta alrededor de USD 20, un rubro que debe sumar a la alimentación.

La atención veterinaria también se ve afectada

Además, Ruiz cuenta que el costo se ha incrementado en algunos insumos médicos. “Lo estamos asumiendo nosotros porque no podemos simplemente subir el precio a las consultas”, explica. Los productos de limpieza, por ejemplo, son indispensables. Se debe esterilizar los instrumentos que se utilizan y los consultorios deben estar limpios para tratar a los pacientes.

Con respecto a la atención médica, hay pacientes que han tenido que modificar sus tratamientos. Lucas, un schnauzer de 10 años, también tiene dermatitis. Desde que es un cachorro debe tomar dos pastillas diarias para contrarrestar su problema de salud. “El tema del IVA y, adicional a eso, las salvaguardias hacen que ya no pueda costear las pastillas”, cuenta María Belén Andrade, propietaria del perro.

El costo, asegura, incrementó en USD 15 con respecto a lo que pagaba anteriormente ya que son pastillas importadas. Ahora Lucas toma una dosis cada día y su condición ha empeorado. “El veterinario nos ha dado otras opciones como bañarlo una vez por semana, lo que no es normal para un perro”, explica.

Por otro lado, Juan Carlos Molina, médico veterinario de la Clínica Brasil, cuenta que existe una desinformación con respecto a los productos que marcan IVA. En el caso de servicios médicos (consultas, medicinas, suturas, cirugías) no se paga IVA, al igual que tampoco lo hace el champú medicado. Los cortes de pelo y baños, el champú cosmético, juguetes, camas, accesorios, collares, placas, cepillos, traíllas, entre otros sí pagan impuestos.

Adopciones y donaciones disminuyen para las fundaciones

Cuando se conoció de la Ley de Solidaridad y Corresponsabilidad Ciudadana, se empezó a difundir en redes sociales la imagen de una mascota con la frase “No soy un lujo, soy un miembro más de la familia”.

La publicación buscaba evitar que se aumenten dos puntos porcentuales al IVA que pagan los alimentos para mascotas alegando que los animales de compañía son una responsabilidad y no objetos. “Si bien tener una mascota es una elección que trae responsabilidades y gastos, se debe considerar que ciertos productos siguen incrementando sus precios sin ofrecer alternativas en productos nacionales”, opina David Guzmán.

La aprobación generó preocupación entre los animalistas porque puede desincentivar la adopción de una mascota. De igual forma, las fundaciones han informado de una reducción en el volumen de donaciones que reciben.

Mónica Cabrera, vicepresidenta de la organización Rescate Animal Ecuador, explicó la situación actual: “siempre ha sido complicado el tema de las donaciones y estos dos puntos más de IVA han puesto las cosas más difíciles a todos. El flujo ha bajado porque donar no es la prioridad”.

La misma situación la viven organizaciones de Quito. Patitas Callejeras mantiene una deuda de más de USD 7 000 en gastos veterinarios de los animales que rescata. “Hemos recibido apenas 64,60 en donaciones”, informó América Freire, presidenta de la fundación.

Asimismo, Carolina Redín, fundadora de Enda Ecuador, contó que ya no se logra cubrir lo que necesitan semanalmente y deben comprar el alimento. Para los casos de animales con altos niveles de desnutrición o con enfermedades compran comida súper Premium para cachorros. Esta tiene una mayor cantidad de nutrientes y acelera la recuperación de los animales. La mayoría de estos alimentos también son importados.

Para Redín no es correcto considerar a las mascotas como un lujo. “Son miembros de la familia y muchos de ellos sufren enfermedades así como los seres humanos y necesitan alimentación especial”, indica.

“Lo más terrible ya se está dando: abandono de animales por falta de recursos para mantenerlos”, agrega. Lo mismo ha observado Freire. A su blog ha llegado una gran cantidad de pedidos de rescate de animales grandes que son de raza.

Ruiz comparte esta preocupación. Algunos médicos veterinarios ayudan a las fundaciones con precios más accesibles. “Solo les cobramos los materiales y medicinas y no las consultas y honorarios”, cuenta.

Para él, el incremento de los precios ha ocasionado una reducción de clientes del 50%. Al no existir suficientes clientes para compensar los gastos que no se cobran a las fundaciones, se debe limitar la cantidad de atenciones y servicios que se prestan. Esto todavía no se da, pero el veterinario considera que es una cuestión de tiempo.

En definitiva, el incremento de dos puntos al IVA dificulta a los dueños de mascotas el cuidado de sus animales, especialmente de los que tienen necesidades especiales. Sin embargo, el mayor problema que encuentran está en los aranceles que aplican a los alimentos importados.

La esperanza de médicos, rescatistas y propietarios es que estas medidas no tengan un efecto contraproducente a las políticas de responsabilidad ciudadana con la fauna urbana de cada ciudad. El camino, aseguran, está en fomentar el cuidado responsable y no dificultar las acciones de protección animal.

Suplementos digitales