Abren una nueva causa penal contra cazador de pokemones en iglesia rusa
La nueva medida cautelar regirá hasta el próximo 1 de noviembre de 2016, periodo en cual Sokolovski, de 22 años, tendrá prohibido utilizar teléfonos y otros medios de comunicación, incluido Internet
La justicia rusa abrió hoy (19 de enero de 2016) una nueva causa penal contra el bloguero ruso Ruslán Sokolovsky, detenido en septiembre de 2016 por cazar pokemones en una iglesia, por posesión de un bolígrafo espía con cámara oculta.
"Hoy hemos sabido que contra Sokolovsky han incoado una nueva causa por tenencia ilegal de equipos técnicos destinados a la captación secreta de información", dijo Alexéi Bushmakov, abogado del bloguero, a medios locales.
El motivo del nuevo expediente penal fue el hallazgo en el domicilio de Sokolovsky en Yekaterimburgo, capital de los Urales, de un bolígrafo con cámara incorporada.
A su vez, Bushmakov destacó que los expertos del Ministerio de Justicia han concluido que las acciones, comentarios y videos en las redes sociales del bloguero no representan ni una ofensa a los sentimientos religiosos, ni un ataque a la libertad de credo, ni instigan al odio.
En el video incriminatorio que propició la detención de Sokolovsky se ve cómo juega Pokémon Go en una iglesia en Yekaterimburgo mientras tacha de "completamente ridículo (...) que alguien pueda sentirse ofendido porque otra persona camine con un teléfono inteligente dentro de una iglesia".
Sokolovsky decidió desafiar las advertencias realizadas por la televisión rusa, justo cuando el juego se convirtió en un fenómeno mundial, de que sus aficionados podrían ir a prisión si se les ocurría cazar pokemones en lugares de culto.
"Por qué demonios te van a encerrar por eso? Por ese motivo decidí cazar algunos pokemones en la iglesia. Por qué no? Yo creo que es seguro y legal", agrega el bloguero.
Sokolovsky se equivocó: el 3 de septiembre fue detenido y podría ser condenado a cinco años de cárcel, en virtud de la ley aprobada tras la famosa homilía punk protagonizada en 2012 por el grupo Pussy Riot: "Madre de Dios, echa a Putin".
La oposición liberal criticó duramente la detención del bloguero, que pronosticó se convertirá en un proceso similar al de Pussy Riot, mientras Amnistía Internacional pidió la liberación del joven y tachó de "absurda" su detención, que consideró un desprecio de la libertad de expresión.