Rafael Chiliquinga es el cronista Salasaka

Las fiestas ancestrales, la cultura, el idioma, la música y las artesanías fueron recuperadas por el investigador salasaka de 37 años. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

Las fiestas ancestrales, la cultura, el idioma, la música y las artesanías fueron recuperadas por el investigador salasaka de 37 años. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

Las fiestas ancestrales, la cultura, el idioma, la música y las artesanías fueron recuperadas por el investigador salasaka de 37 años. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

Aunque no tiene nombramiento oficial del pueblo Salasaka, Rafael Chiliquinga se convirtió en una especie de cronista de este pueblo indígena, asentado en la vía Ambato-Pelileo, en Tungurahua.

Sus investigaciones, recopilaciones de documentos, entrevistas con los taitas y la visita al sitio del primer asentamiento, lugares astrológicos y sagrados de su cultura, permitieron que escribiera varios libros, ensayos y artículos de esta comunidad. Aún no ha editado algunos de sus escritos que hablan de los tejidos, la música y la filosofía ancestral.

Su último trabajo publicado fue el libro ‘Cuentos, ritos, leyendas’. En una parte de su obra narra el origen del pueblo Salasaka, aunque explica que hay varios investigadores que hablan de una mezcla de la cultura Nazca de Perú, Quitu-Panzaleo e Inca”.

Todas estas especulaciones hicieron que Chiliquinga indagara sobre su procedencia. Ratifica que su pueblo fue indígena mitimae que llegó de Bolivia. Su misión dispuesta fue administrar a los pueblos conquistados por los incas. También, de transmitir los conocimientos en tejidos, arquitectura, música, medicina... actividades científicas y técnicas en las que estaban adelantados en sus conocimientos.

Chiliquinga publicó el libro de ‘Cuentos ancestrales’. Este guarda más de 60 cuentos, leyendas, mitos y tradiciones salasakas. Otra obra se denomina Shimita yachana kamu (aprendizaje de la Lengua kichwa) que trata de corregir la distorsión del idioma y de fortalecer a la lengua.

Con sus escritos hizo que este pueblo sea reconocido a escala internacional pues varios documentos los publicó en YouTube, Issu, WordPress, Blospot y otras. Otro logro importante es la apertura del Centro Cultural Inkarte, que funciona en la misma comuna. El proyecto cuenta con el apoyo de sus hermanos.

En el sitio trabaja con niños y adolescentes en el rescate de las fiestas ancestrales, el kichwa y la recuperación de las melodías como Chakipunta, Sanjunanito… También, los tejidos como los chumbis, el poncho, la faja muy utilizados en la vestimenta de las mujeres y los hombres.

Cuenta que la capacitación de los niños y jóvenes ayudó a que en la actualidad se recupere de a poco la artesanía ancestral. “Antes había cuatro artesanos, pero ahora los jóvenes incursionaron en este saber autóctono y hay 20 talleres.

Chiliquinga, de 37 años, viajó a países europeos, estudió en la universidad de Lión para aprender el idioma francés. Con las artesanías (tejidos) y la música autóctona visitó Bélgica, Alemania, España y otros.

Afirma que en Francia se dio cuenta que contaba con su propia identidad. Dice que el contacto con gente extranjera le hizo sentir un ser especial, porque le valoraban por su color de piel, el cabello largo y por los tejidos de su ropa. Pero se dio cuenta que no conocía nada de su comunidad.

Eso le motivó a retornar e investigar, preguntar a sus padres y a los más ancianos del pueblo. “Volví para buscar mis raíces, simplemente las encontré dentro de mí”, dice convencido Chiliquinga de 37 años”.

Es músico profesional y domina casi todos los instrumentos musicales. Habla el kichwa, inglés, francés y español. Se graduó en la universidad como psicólogo, conoce de la filosofía originaria (cosmovisión indígena).

Desempeñó cargos importantes en el Consejo de Gobierno de Salasaka, la Conaie. Actualmente es el psicólogo de la Unidad Educativa Intercultural Bilingüe de Quisapincha.

El gobernador de Salasaka, Baltazar Jiménez, explica que Rafael Chiliquinga es una persona colaboradora en la comunidad, puesto que fue dirigente del pueblo Salasaka. Además, trabaja en el rescate de las fiestas ancestrales de la comunidad. “Su aporte es importante para el desarrollo de la comunidad, especialmente en sus investigaciones que recuperan la cultura, la artesanía, el arte y la música a través del Centro de Cultural Inkarte”.

El dirigente cuenta que está fortaleciendo el conocimiento de los niños y jóvenes. Recuerda que hace cinco años, todo el pueblo salasaka se dedicaba a la confección de artesanías, estaba por desaparecer, pero el trabajo de Chiliquinga aportó en el rescate de esos conocimientos ancestrales.

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