Varios de los ganadores en el escenario principal de los Premios Latinoamérica Verde. La gala de premiación se realizó en el hotel Hilton Colon. Foto: Wladimir Torres/EL COMERCIO
El escenario se tiñó de verde. Diez iniciativas ambientales de América Latina alzaron sus trofeos en la tercera edición de los Premios Latinoamérica Verde (PLV).
Robots que monitorean las aguas de la Antártida, una fundación que recicla tapas de botellas para financiar el tratamiento de niños con cáncer y una industria de vajillas que recicla y reutiliza toda el agua que usa en su planta fueron parte de los galardonados la noche del jueves 25 de agosto del 2016, en Guayaquil.
1 407 casos, de 25 países, se inscribieron este año. Un grupo de 123 expertos analizó las propuestas y seleccionó tres finalistas por cada una de las diez categorías. Aplicabilidad, impacto social, ambiental, económico e innovación fueron los aspectos evaluados.
Ecuador tuvo dos ganadores. En la categoría bosques y flora, la fundación Probosque, que administra la reserva Cerro Blanco en Guayaquil, fue la mejor entre 74 iniciativas regionales.
El proyecto consiste en la restauración del bosque seco, que empezó en 1990 en pastizales abandonados. 26 años después lograron 600 hectáreas reforestadas, con unos 1 000 árboles por hectárea. Los árboles, de más de 35 especies nativas, se producen en el vivero forestal de la reserva, que genera unas 100 000 plantas al año.
Eric Horstman, director del bosque Cerro Blanco, dedicó el reconocimiento a los guardaparques “que hacen un trabajo de hormiga para seguir adelante”.
El país también alcanzó el primer lugar en la categoría Océanos con el proyecto desarrollo de robots submarinos para la exploración antártica.
El robot fue desplegado por el Instituto Antártico Ecuatoriano en aguas antárticas durante exploraciones del verano austral de 2011 y 2012, en la estación científica ecuatoriana Pedro Vicente Maldonado.
La herramienta es de bajo costo y sirve para explorar los fondos marinos, más allá de la profundidad que puede alcanzar un buzo.
Puede obtener fotos, videos y muestras para determinar el impacto del cambio climático. Arturo Cadena, mentalizador del proyecto, dedicó el triunfo a los expedicionarios con quienes compartió experiencias inolvidables en la tierra de los hielos eternos.
Colombia y Chile se llevaron varios trofeos
En la categoría agua hubo 108 inscritos y Colombia alzó el trofeo con la propuesta de reducción de consumo de agua potable y cero vertimientos industriales en el proceso de producción de vajillas.
Durante el 2012 y hasta el 2016, Locería Colombiana S.A. (de Antioquia) se propuso reutilizar toda el agua usada en su proceso productivo, ahorrando 119 millones de litros de agua potable. 1 300 colaboradores aportaron a esta tarea.
Colombia también ganó en las categorías Emisiones y Manejo de Residuos. En la primera, el ganador fue Wheels. Esta es una plataforma digital para la movilidad sostenible, que promueve acuerdos de movilidad entre empleados de organizaciones y empresas para compartir autos. También promueve el uso de las bicicletas y ha logrado pasar fronteras, posicionándose en México y próximamente en Chile.
En la segunda, el reconocimiento fue para el proyecto Tapas para sanar. Esta es una iniciativa de la fundación Sanar, que atiende a niños y adolescentes con cáncer.
Su campaña promueve la recolección de tapas plásticas, donadas por la ciudadanía, que luego son vendidas a las industrias. El dinero recolectado cubre el 62% de los tratamientos para los 550 pacientes con cáncer infantil que registran cada año, en Bogotá.
En la categoría biodiversidad y fauna el premio fue para Chile con la aplicación verde Plantsss. Creada en 2013 y con presencia en 61 países, esta propuesta dio paso a una red de viveros para promover los espacios verdes en las ciudades.
Santiago Lyon Labbé, cofundador de Plantsss, explicó que además generaron un mercado de oxígeno, a través de la venta de bonos.
Las empresas compran los bonos Plantsss para premiar a sus clientes o empleados, quienes acuden a un vivero asociado con un código para retirar una planta a cambio.
Los chilenos también ganaron en la categoría desarrollo humano con Newén Maqui. El maqui crece de manera natural en los bosques de la Patagonia chilena y es conocido por sus propiedades antioxidantes.
El proyecto se enfoca en la producción orgánica y la recolección sostenible, que ha cambiado la vida de más de 500 recolectores.
En representación de Brasil, el banco Bradesco y la Fundación Amazonía Sustentables fueron los triunfadores de la categoría inclusión financiera.
Con su iniciativa permitieron que las comunidades más apartadas (atienden en 5 500 municipios) accedan a beneficios bancarios, sin necesidad de hacer viajes largos y costosos.
Además apoyan la conservación de los bosques y el manejo sustentable de recursos naturales, a través de actividades productivas que dinamizan la economía local.
En la categoría Energía, el premio fue para Costa Rica con el proyecto de energía fotovoltaica autogenerada de Na lakalú Solutions.
Desde marzo del 2015, mediante este sistema, la empresa de manufactura de muebles ha generado una media mensual de 19 400 kilovatios hora de energías limpias.
El excedente es reintroducido a la red eléctrica nacional, con lo que han aportado a reducir al menos 20 toneladas métricas de emisiones CO2.
Finalmente, Perú logró el primer lugar en la categoría Gestión urbana, producción y consumo responsable. La iniciativa ganadora fue de la constructora Cosapi en el diseño y construcción de la nueva sede institucional del Banco de la Nación.
El edificio recibió una certificación verde al incluir tecnologías para el ahorro de agua, ahorro de energía y consumo de materiales fabricados localmente y de contenido reciclable.
Los Premios Latinoamérica Verde reunieron durante tres días a más de 800 expertos en temas ambientales, representantes de finanzas verdes, gestores de casos y líderes de Gobiernos locales del continente.
El evento fue organizada por la Municipalidad de Guayaquil, CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y Sambito. En este año participaron más de 170 gestores, hubo 30 finalistas y 500 fueron seleccionados para la exhibición de las mejores iniciativas ambientales.
Carlos Vives recibió premio Illari
No pudo viajar a Guayaquil pero envió dos videos de agradecimiento. Carlos Vives recibió el premio Illari (que significa brillo en quechua), un reconocimiento especial para los personajes que influyen en Latinoamérica y motivan a vivir en un mejor planeta, y que se entregó por primera vez en los Premios Latinoamérica Verde.
El cantautor colombiano lidera Tras la Perla de la América, en Santa Marta, una iniciativa que busca unir esfuerzos para solucionar los problemas de la capital del Magdalena y construir un futuro sostenible.
“En estos tiempos es un deber que nosotros, los ciudadanos, formemos parte de la solución. Gracias por acercarse a mirar a nuestra tierra del olvido, por acercarse a nuestra Perla de la América”, dijo el artista.