Andrés ‘Widow’ López a sus 25 años cuenta con varios premios internacionales por sus habilidades como ‘gamer’. Foto: EL COMERCIO
A ellos se los considera ‘los sin oficio’; personas que pasan horas detrás de una computadora o una consola, moviendo sus manos tan rápido como se requiera para jugar una partida de su videojuego favorito. No obstante, la realidad es otra cuando se adentra en su mundo (virtual o físico, como se prefiera). Ser un ‘gamer’ no es una cuestión de jugar hasta volverse un autómata
en el mundo.
En la actualidad, la industria de los videojuegos adquiere una presencia nunca antes vista. Los estudios de mercado más sobrios apuntan que en tan solo un decenio sus réditos superarán a los del cine. Y una reciente investigación realizada por el Internet Advertising Bureau en el mercado británico señala que la población entre los 30 y 40 años se suma con fuerza a este mundo virtual.
Pero dentro de esta ola de jugadores se encuentra un grupo selecto de personas quienes han logrado profesionalizar su pasión por los controles, las computadoras y las consolas. Gente que logra firmar jugosos contratos con el fin de completar y ganar en los videojuegos que marcas como Sony o EA Games proponen a sus usuarios.
Uno de ellos es Andrés ‘Widow’ López . A sus 25 años, él cuenta ya con varios premios internacionales por sus habilidades como ‘gamer’. Viajes y ciertos caprichos (como computadoras o equipo electrónico especial) son algunos de los beneficios obtenidos por dedicar parte de su vida a convertirse en un jugador de alto nivel.
Y vale enfatizar sobre esa “parte de su vida”. Tal como López cuenta, convertirse en un ‘gamer’ profesional es un reto que tiene las mismas exigencias que en cualquier otro deporte. En su caso, esto implicó desde obtener un título universitario (es comunicador social), hasta leer a profundidad manuales y otra información especializada sobre el tipo de videojuegos que practica en competencia.
Es por ello que rechaza la idea ampliamente generalizada de que los videojuegos son una pérdida de tiempo. Esta pasión suya le ha permitido viajar, formarse académicamente y, por qué no, hasta pensar en apoyar a su familiar por medio de esta práctica.
Según Alexander Rodríguez, gerente de Bonus Level, los usuarios de los videojuegos es una cuestión que va en aumento y sin parar. De acuerdo con el ranking de EA Sports, Ecuador se encuentra en el puesto 58 a escala mundial de ‘gamers’. Esto implicó, en 2014, réditos por sobre los USD 47 millones.
A pesar de este crecimiento y de que a escala mundial ya existen campeonatos con premios por sobre los USD 16 millones, en el país aún es un reto formar a una generación de ‘gamers’ profesionales. Localmente, uno de los principales obstáculos es la cuestión de los aranceles a los productos tecnológicos. De acuerdo con información proporcionada por la Comunidad Fiferos Ecuador, que desarrollan torneos FIFA en línea, las consolas pueden llegar en algunos casos a duplicar el costo que tienen en Estados Unidos. Esto impacta negativamente en quienes encuentran en los videojuegos una vía para desarrollar una carrera profesional.
Algo similar opina López. Él cree que con un mejor tratamiento hacia este público se podría impulsar un mercado con beneficios para el país. Mira que en el aumento en la velocidad del Internet ha sido un apoyo para los ‘gamers’. Sin embargo, esto es apenas un pequeño porcentaje de lo que se debe hacer para estos grupos.
Innovación
En los últimos años, los jugadores electrónicos se cotizan por miles de dólares. En el país falta apoyo para este mercado.