La industria del auto gira de a poco hacia lo eléctrico

Según el cálculo del Acuerdo de París, se requieren 600 millones de vehículos eléctricos para reducir las emisiones de CO2

Según el cálculo del Acuerdo de París, se requieren 600 millones de vehículos eléctricos para reducir las emisiones de CO2

Según el cálculo del Acuerdo de París, se requieren 600 millones de vehículos eléctricos para reducir las emisiones de CO2

Los vehículos eléctricos son una de las principales apuestas de los países desarrollados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Para cumplir con el Acuerdo de París, es necesario que para el 2040 circulen 600 millones de autos de este tipo en el mundo, reemplazando a los que actualmente funcionan con combustibles fósiles.

Según la Agencia Internacional de Energía, hasta el año pasado se registró la presencia de dos millones de vehículos eléctricos. Esta cifra representa el doble del 2015, pero aun así es solamente el 0,2% del total de automotores que circulan en el planeta.

El 95% de las ventas de estos vehículos se concentran en 10 países: China, Estados Unidos, Japón, Canadá, Noruega, Gran Bretaña, Francia, Países Bajos, Suecia y Alemania.

En este último, la incorporación de los vehículos eléctricos es parte de la política para ‘descarbonizar’ su economía. Según la organización alemana Clean Energy Wire, hasta el 2050 este país pretende re­ducir sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 95% y lograr que el 80% de su fuente primaria de energía sea renovable.

Actualmente, el transporte es la segunda fuente de gases de efecto invernadero en Alemania; existen alrededor de 60 000 vehículos eléctricos circulando en sus calles. Hasta el 2020 esperan alcanzar la cifra de un millón; y para el 2030, el objetivo es que la mayoría de vehículos nuevos sean eléctricos.

Stefan Stückrad, miembro del Institute for Advanced Sustainability Studies (IASS) Potsdam, cree que el objetivo de lograr un millón en dos años no es posible. Para los expertos, el camino aún es largo por recorrer.

Los sitios de carga, la duración de la batería y la fuente de energía son temas pendientes, incluso, en los países desarrollados. En Alemania existen, actualmente, alrededor de 600 estaciones de carga y se calcula poner en funcionamiento, al menos, otras 400 hasta el 2018.

En algunos puntos, dependiendo de la marca del automotor, el servicio es gratuito; otras cobran por hora; algunas por kilovatio/hora o se impone un precio fijo sin importar el tiempo o la cantidad de carga.

Para Stückrad es importante que se establezca la infraestructura necesaria, antes de continuar con el aumento de estos vehículos. Además, es necesario trabajar en el cambio de matriz energética. “Si no se empieza a depender de fuentes de energía renovable -dice- se continuará con las emisiones indirectas a la atmósfera”.

El material de las baterías es otro obstáculo que el experto prevé a futuro. Contar con los suficientes recursos como el litio para fabricar dos billones de baterías para todos los vehículos del mundo puede convertirse en un problema, debido a los efectos ambientales de la extracción de este metal raro.

Thomas Kallwass, experto en e-vehículos y propietario de cuatro de estos, defiende las ventajas de este medio de transporte. “Su batería no es tóxica y puede ser reciclada. Además, su carga es sencilla y la reducción de emisiones es significativa”, sostiene.

Kallwass cuenta con una página en Facebook llamada Every Day e-Auto, en la provee información sobre las estaciones para recargar las baterías y despeja las dudas de los usuarios primerizos.

Stückrad considera que estos vehículos son parte de la solución, pero deben ser combinados con otras prácticas. Fomentar el transporte compartido, el uso de la bicicleta y tener una mejor interconexión entre los diferentes medios de movilización son otras opciones.

Wolfgang Aichinger, miembro del proyecto Agora Revolución del Transporte, explica que el 25% de los trayectos en vehículo se realizan para distancias menores a 10 kilómetros.

Cada vehículo realiza 3,5 viajes al día en el mundo. Si las personas compartieran taxis y se mejoraran los sistemas de transporte, solo se necesitaría el 3% de los vehículos que se consideran necesarios en la actualidad.

Aichinger también es partidario de fortalecer los sistemas de movilidad compartida para no depender únicamente del cambio hacia vehículos eléctricos. De esta forma -dice- se lograrán tener menos automotores y estaciones de recarga ocupando parqueaderos, que podrían ser utilizados como espacios verdes o ser transformados en parques.

En Ecuador, el transporte es el mayor generador de gases de efecto invernadero. Según la Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático del país, este sector representa el 45% de las emisiones del sector energético, seguido por la generación de energía para industrias. Actualmente, se está manejando una iniciativa para poder reducir la contaminación del sector movilidad y hacerla más eficiente.

 

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