El malestar por la asignación de cupos para octavo de básica aumenta. En Quito, Ambato, Riobamba y Cuenca, las protestas de los padres de familia persisten.
El jueves, la ministra de Educación, Gloria Vidal, suspendió el proceso de asignación de plazas y matrículas en los colegios con más de 1 200 estudiantes. Aceptó que hubo una alteración en el sorteo electrónico .
Por eso, unos 50 padres amenazaron ayer con hacer una huelga de hambre si no se solucionaba su situación. Algunos acudieron al Ministerio de Educación, en Quito, para saber qué sucederá con los niños que sí lograron un cupo en el sorteo.
Norma Alvear, directora de Educación de Pichincha, señaló que se evalúa en qué sectores hay más demanda de cupos. La alternativa sería aumentar paralelos o abrir el octavo de básica en algunas escuelas, depende de las necesidades.
Mientras que en la Dirección del Azuay también hubo protesta. Se presentaron 34 denuncias de 700 inscritos, señaló la directora provincial, María Eugenia Verdugo. El plan emergente será ubicarlos en nueve establecimientos disponibles. Los abanderados serán la prioridad.
En Riobamba y Ambato, los padres pidieron que se respete la sectorización. En Tungurahua, 540 estudiantes se quedaron sin cupo. La directora de Educación, Rosario Mazón, prometió reubicarlos en otros colegios y ofreció publicar las nuevas listas el lunes. “Se tomará en cuenta en lugar donde viven. Se buscará un cupo para todos”.