El IESS bajó a USD 234,5 millones la compra de fármacos para 2015-2016

Estrechos y calurosos corredores, rodeados por vetustas tuberías, sistemas de cableado y charcos de agua fétida, conectan con distintas áreas del Teodoro. Foto: EL COMERCIO

Estrechos y calurosos corredores, rodeados por vetustas tuberías, sistemas de cableado y charcos de agua fétida, conectan con distintas áreas del Teodoro. Foto: EL COMERCIO

En las bodegas del Teodoro Maldonado se dejaron caducar medicamentos por USD 7 millones, también había fuga de productos por el subterráneo. Foto: EL COMERCIO

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) redujo su presupuesto para compra de medicamentos de este y el próximo año a la mitad.

Inicialmente, los miembros del Consejo Directivo autorizaron una inversión de USD 479 millones, para abastecer a sus unidades médicas, incluidas las del Seguro Campesino.

Pero, el 31 de octubre del 2014 se resolvió bajar este rubro a un poco menos de la mitad: USD 234,5 millones. Además, retomó la adquisición de fármacos a través de subasta inversa electrónica. Por medio de este mecanismo, la entidad ya había realizado compras desde 2009, por montos superiores. Solo las adquisiciones, con la que se abasteció el 2012 y 2013, fueron cercanas a USD 480 millones.

Según la resolución STC-IESS-062-2014 del 31 de diciembre pasado -dos meses después de que se decidió la subasta- se adjudicaron los primeros 48 contratos a 19 proveedores, a través de puja por USD 13,7 millones. Pero el grueso de la compra se realizó a través de negociación directa con 28 empresas (97,6 millones).

Esto se da, según la Ley de Contratación Pública, cuando existe una sola oferta técnica calificada o si luego de la calificación un solo proveedor presenta la oferta económica.
Los oferentes debían hacer las propuestas en 15 minutos a partir de la subida de la información al portal de Compras Públicas. 

De los procesos negociados directamente se observa que por montos, el 59,7% se concentra en dos empresas: Quifatex y Ginsberg Ecuador. La primera registra accionistas de Perú y Suiza y la segunda es nacional.

Marco Serrano, gerente de Ginsberg, dijo que ya están entregando los fármacos según la necesidad de cada unidad médica, aunque aún no se han formalizado plenamente todos los contratos. En su caso, añadió, que trata de entregar la medicina con la mayor vida útil para evitar la caducidad.

La reducción del presupuesto para fármacos se da en medio de constantes quejas de los usuarios por no acceder a los productos. En el 2014, el IESS ya se declaró en emergencia para hacer compras directas por USD 150 millones y ha tenido que afrontar una serie de denuncias por procesos anteriores de subastas.

Este Diario intentó hablar sobre el tema con el titular y único vocero de la entidad, Hugo Villacrés, pero sin resultados.

El último escándalo y que aún no se clarifica es la pérdida de USD 7 millones por medicamentos caducados en el Teodoro Maldonado de Guayaquil.

A través de pasadizos oscuros y putrefactos, en el subterráneo del hospital, supuestamente se daba la fuga de fármacos e insumos, según denunció el presidente Correa.

El mal manejo en la adquisición de fármacos no es nuevo en esta casa de salud. En 2008, de USD 12,3 millones destinados para medicinas e insumos, se invirtió USD 9,1 millones. Mientras que, de USD 25 millones para este fin, en el 2010, solo se usaron 16,6 millones. Esto, según un informe del Consejo de Participación Ciudadana del 2014.

Ayer (25 de febrero de 2015), en un recorrido para medios de comunicación se pudo conocer cómo funcionaban estos túneles. En un piso insalubre había mascarillas usadas, también linternas dañadas, utilizadas para conducirse en las zonas más oscuras.

Muchos de estos pasillos tienen conexión con escaleras secretas y viejas bodegas abandonadas. Aquí no se oye el eco de las ambulancias, solo el goteo de algunas tuberías averiadas.

El análisis de los planos aún no concluye. Personal recorre cada pasillo subterráneo para el levantamiento de información y, por ahora, se identificó tres extensos túneles, conectados con la sala Emergencia, en la planta baja, con el primer y tercer pisos del edificio.

Los informes del Ministerio del Ambiente y el Cuerpo de Bomberos revelan que al parecer se habían sellado paredes. “No sabemos cuál fue el fin de cerrar esas paredes”, indicó el vocero, quien prefiere mantener en reserva su nombre.

Para el acceso a estos corredores apenas basta mover ligeras tapas de metal. Y aunque cuando fueron descubiertos se encontró habilitado un sistema de iluminación, la mañana de ayer había sido desconectado.

La pestilencia encerrada en el lugar es, además, el resultado del colapso del sistema de aguas residuales. En lo profundo de las bases del Teodoro se formó una letrina por el desbordamiento del pozo séptico. Con bombas de presión y tuberías se drena el agua putrefacta.

Conozca los túneles secretos del hospital Teodoro Maldonado Carbo

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