Cuando los ingresos de la familia no alcanzan para cubrir todos los gastos a fin de mes existe un déficit. Algo parecido le ocurre al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en el tema de atención de salud.
La entidad reconoció la crisis en el 2015 y en noviembre de ese año el Consejo Directivo resolvió bajar los aportes de pensiones y subir los aportes de salud para cubrir los gastos de las atenciones médicas.
Según el IESS, esa distribución interna de los aportes es solo es por cinco años y con ella se “logró extender hasta el 2021 la sostenibilidad del fondo de salud que estaba en déficit, sin que se afecte la sostenibilidad del fondo de pensiones, que se mantiene al 2026”.
Gracias a eso, dijo, se continuó con las prestaciones de salud, el pago de deudas a las clínicas privadas y la inversión de USD 700 millones en nuevas unidades médicas entre el 2015 y el 2017, que permitirán bajar los gastos en atenciones que hoy se derivan a privadas.
Para expertos en seguridad social como Carmen Corral, estas decisiones son medidas temporales que no solo que no solucionan el problema de salud sino que ahondan el problema en el fondo de pensiones. “Tan es así que este año el IESS debe recurrir a sus ahorros en USD 1 753 millones para pagar las pensiones”.
Según el Presupuesto del IESS aprobado para este año, se requiere de USD 7 889 millones para entregar los beneficios a los afiliados y jubilados.
De ese monto, al Seguro de Salud irán 2 895 millones, casi seis veces más de lo que se requería en 2008 (474 millones).
Para Corral, la cifra se disparó tras una reforma aprobada por la Asamblea en el 2010. Desde entonces, la entidad debe brindar servicios médicos, de forma gratuita y sin financiamiento, a los hijos menores de 18 años de los asegurados.
Lo anterior triplicó la población de beneficiarios del Seguro, que pasó de 2,7 millones a 9,1 millones en el período 2008 y marzo del 2016 (último dato disponible en la web). Esto significa que 57% de ecuatorianos está cubierto por el IESS.
Un segundo factor que explica el problema financiero del seguro de salud, dice Corral, es que el Estado no ha pagado los haberes pendientes para cubrir las atenciones médicas de jubilados y personas con enfermedades catastróficas. Pese a ello, el IESS debe atender a estos segmentos vulnerables.
La Ley de Seguridad Social señala que el IESS debe entregar estas prestaciones médicas con el aporte del Fisco, pero no lo ha hecho desde el 2002.
Desde finales del 2015, el Gobierno sostiene que no existe deuda por atenciones médicas con el IESS, pues nunca se emitió un reglamento que defina su forma de pago.
Hasta el 2014, el IESS incluía en sus presupuestos las transferencias que debía realizar el Fisco por este concepto, pero desde el 2015 se eliminó.
Para este año, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no tiene previsto percibir este año aportes del Estado para cubrir los gastos por atenciones médicas de jubilados y personas con enfermedades catastróficas, según su Presupuesto 2017.
En septiembre pasado, además, la entidad suprimió la cifra de sus balances financieros, lo que fue cuestionado por jubilados y empleadores. El tema está en manos de la Contraloría que deberá resolver si fue correcta la decisión.
Las propuestas de los candidatos
Para Guillermo Lasso, candidato por Creo, la intención del Gobierno actual de mejorar el sistema de afiliación de los ecuatorianos fue positiva para el país, pero el IESS no estaba preparado para afrontarlo.
Lo anterior se evidencia, por ejemplo, en los tiempos que los ecuatorianos deben esperar por una cita médica.
En su administración, de llegar a la Presidencia, lo primero que hará es devolverle a la institución “una administración técnica e independiente”.
Además, se compromete a restituir el cofinanciamiento del sistema de pensiones y a devolverle al Magisterio sus fondos previsionales y a transparentar y reconocer la deuda que el Estado tiene con el IESS.
Hace unos días el candidato oficialista Lenín Moreno sostuvo que el IESS “seguirá cumpliendo con sus obligaciones” y que es “perfectamente sostenible”.
Su planteamiento es hacer análisis actuariales permanentes para saber cuál es la situación a futuro de la entidad para ver si hacen falta ajustes. “El IESS es perfectamente sostenible. Ha hecho inversiones que le reportan muchísimo más de lo que le reportaba antes (el 1%)”, dijo.