La visión literaria de lo gay, marcada por las nociones de violencia y muerte en Ecuador

La académica Alicia Ortega (izq.) y la escritora Lucrecia Maldonado, participaron en el diálogo La figura de la homosexualidad en la narrativa ecuatoriana contemporánea. Foto: Alexander García / EL COMERCIO.

La académica Alicia Ortega (izq.) y la escritora Lucrecia Maldonado, participaron en el diálogo La figura de la homosexualidad en la narrativa ecuatoriana contemporánea. Foto: Alexander García / EL COMERCIO.

La académica Alicia Ortega (izq.) y la escritora Lucrecia Maldonado, participaron en el diálogo La figura de la homosexualidad en la narrativa ecuatoriana contemporánea. Foto: Alexander García / EL COMERCIO.

Desde ‘Un hombre muerto a puntapiés’, publicado en 1928 por Pablo Palacio, al ‘Angelote amor mío’ (1982), de Javier Vásconez, hasta el homoerotismo de autores como Juan Carlos Cucalón (‘La niña Tulita’, 2009). La figura de la homosexualidad en la cuentística ecuatoriana ha estado atravesada por las nociones de muerte y violencia, según las conclusiones de un foro organizado por la Universidad de las Artes (UArtes).

Cuestiones como la denuncia social, la homofobia, la violencia del lenguaje o el mismo homoerotismo han dado paso en los cuentistas más jóvenes –algunos de ellos homosexuales- a una interiorización del mundo gay, matizó el escritor Raúl Serrano, antólogo del libro ‘Cuerpo adentro: Historias desde el clóset’ (2013).

Serrano hizo parte de la mesa de diálogo ‘La figura de la homosexualidad en la narrativa ecuatoriana contemporánea’, junto a la académica Alicia Ortega y a la escritora Lucrecia Maldonado.

“La ficción es un territorio que problematiza muchos temas de una manera libre, aunque no exenta también de prejuicios. Los narradores hicieron posible visibilizar el tema de la homosexualidad, que desde el poder hegemónico se lo tenía como tabú y escabroso”, indicó Serrano, ensayista orense.

La tradición literaria sobre la visión literaria de lo gay que inicia en el país con el texto fundacional de Pablo Palacio, incluye a otros autores de la generación del 30. Joaquín Gallegos Lara aborda la homosexualidad desde una mujer con el cuento ‘Al subir el aguaje’ (1931). Al mismo tiempo lo hacía Humberto Salvador, en la novela ‘Camarada’, donde indaga en la noción de lo que significa el amor lésbico.

En la visión de Alicia Ortega, tal como sucede ahora con un tema como la interculturalidad que la ficción exploró desde la década del 30 del siglo XX, la literatura porta un saber que suele adelantarse a su propia época. “Las sexualidades desobedientes, que exploran otra forma de sentir, de desear y de amar, han tenido un lugar provocador desde la literatura, con un discurso desacralizador, que expone lo que resulta impronunciable”.

La académica, miembro de la comisión gestora de la Universidad, habló de textos que abordan el amor y el deseo homosexual desde experiencias límite, con otros “puntapiés” y suicidios, ligada la violencia a veces extrema y a las modulaciones de la muerte.

Además de esas nociones, constante ‘reveladores’ en los cuentos, las piezas también están signadas por una idea de lo irracional, que tiene que ver entre otras cosas con la intolerancia, según el antologador orense.

La escritora Lucrecia Maldonado habló de su novela ‘Salvo el calvario’ (2005), que cuenta una historia de amistad y un triangulo amoroso entre Fernando, Miguel y Susana, en el que la que sale sobrando es ella, que se convierte en observador.

Al hablar sobre los personajes de su novela, la escritora quiteña subrayó como la cultura occidental ha estado al parecer marcada por la ausencia del padre. Y dijo que en ese sentido muchas madres se han visto obligadas a construir una referencia de la masculinidad con sus propios recursos.

Al final el tema de ‘Salvo el calvario’ es el de la aceptación. Los personajes se atreven a salir del closet “ante la conciencia de la mortalidad” que relativiza todo lo demás. “El arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara, nuestra cara como individuos y como sociedad”, indico Maldonado.

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