Los homenajes conservan vivo al Kiss de los años dorados

Rock N’ Kiss incluye en su alineación al Ankh, último a la derecha, símbolo utilizado por el guitarrista Vinnie Vincent. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

Rock N’ Kiss incluye en su alineación al Ankh, último a la derecha, símbolo utilizado por el guitarrista Vinnie Vincent. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

Cuando Kiss decidió retirarse el maquillaje en 1983 se abrió una ventana para que emergiera una escena nueva. Los seguidores de la banda añoraban la presencia del demonio, el chico estrella, el gato y el hombre espacial con sus trajes y parafernalia pirotécnica de los 70. Así, para compensar esa oportunidad empezaron a surgir las primeras bandas homenaje a Kiss.

Bandas como Strutter (1988), por ejemplo, llevaron a escena no solo el trabajo musical del grupo liderado por Simmons y Stanley, sino todo el aspecto visual que los fans de Kiss ya no verían en su formato original hasta la década de los 90, cuando se reunió la alineación original y regresaron las máscaras. Entonces, los homenajes se multiplicaron emulando en todo aspecto a sus ídolos.

En este mismo período se consolidaron las convenciones Kiss, exposiciones temáticas sobre la banda, su mercadería, ropa, música o coleccionables, en donde tenían cabida las bandas ‘homage’. Tanto grupos como convenciones crecieron y cruzaron fronteras. Se sabe que la convención Kiss más grande está en España y que bandas como Strutter se encuentran en cualquier parte del mundo, incluso en Ecuador.

Los miembros de la Kiss Army Ecuador coinciden en que la mejor representación a la leyenda en el país tiene por nombre Rock N’ Kiss. Este grupo conformado por fanáticos locales cumple con los objetivos que cualquier tributo del mundo se plantea al realizar un homenaje milimétrico a Kiss. Lo interesante es que esta banda inició disfrazándose y no interpretando la música.

Participaban en concursos de disfraces hasta que empezaron a sacar con tablaturas, una por una, las canciones de Kiss. Varios miembros entraron y salieron. Sin embargo, desde que Rafael Rodríguez (Paul Stanley) y Miguel Ángel Moreno (Gene Simmons) tomaron las riendas hace un año y medio, la alineación se ha definido.

Su performance trata de recrear al detalle cada aspecto efectista de un show de Kiss. Incluso, cuando se dan las condiciones (en exteriores) no hay duda que se escupirá sangre y fuego al puro estilo de ‘El Demonio’. Es que, aparte del diseño de maquillaje y vestuario -que en un 85% es confeccionado por ellos mismos-, cada miembro debe estudiar los movimientos característicos de sus personajes.

“Lo de escupir fuego investigué. Se me ocurrió acercarme a los niños de los semáforos y también pregunté a personas que hacen teatro pero no recibí mucha ayuda. Una persona sí me asesoró para que no lo hiciera con gasolina. Primero practicaba con agua a esparcir el líquido. Finalmente aprendí a hacerlo con aceite de vaselina y, claro, fuego”, dice Moreno.

Este grupo, al igual que los seguidores de Kiss, saben que la afición por el cuarteto es diferente a la que provocan otras bandas. Por eso, pese a que los maquillajes han retornado al cuarteto original, la escena de las bandas tributo sigue fuerte.

Solamente en EE.UU., por ejemplo, existe un directorio telefónico especializado en grupos que ofertan un servicio Kiss para todo acto u ocasión especial.

En ese mundo, la competencia es tal que cualquier forma de separarse del resto viene bien. Bandas como Mini Kiss o Priss se han distinguido del resto porque en el caso de los primeros, sus integrantes son personas pequeñas y, en el segundo, son todas damas. Ensambles como estos han llegado a llamar la atención de los Kiss originales, a tal punto que han aparecido en el reality de TV de Simmons o en comerciales de TV junto a sus ídolos.

Tener un grupo de homenaje al cuarteto también ha llamado la atención de grandes de la música y el espectáculo. Es conocido que, antes de entrar al cine, Johnny Depp fue parte de un tributo en Sunset Strip, así como también que miembros de Pantera y Guns N’ Roses conformaron uno llamado A.L.I.V.E! en el 2013.

De hecho, el propio Tommy Thayer, actual guitarrista de Kiss, formó parte de un ensamble (Cold Gin) que en los 80 homenajeaba a su futura banda (entró a ella en el 2002).

Muchos detractores incluso afirman que el acto original se ha transformado en un tributo. Tal como lo confirmó Simmons a EL COMERCIO, se ha planteado la idea de que Kiss eventualmente se renueve para conformar así un grupo inmortal; un tributo a Kiss con aprobación de fábrica.

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