Un árbol con corazones azules llamó la atención de los visitantes del Parque Bicentenario. Era el ‘árbol de la vida‘, un espacio destinado para la terapia y reflexión sentimental de las personas que día a día luchan contra el cáncer que quita la fuerza física pero no la del alma.
Un niño estaba junto al árbol. El guerrero de la vida, con camiseta blanca y un gorro sobre su cabeza, saludaba cordialmente a las personas e invitaba al evento que estaba próximo a realizarse.
Este domingo, la Fundación Jóvenes contra el Cáncer realizó un homenaje por más de 9 000 ecuatorianos que mueren anualmente con esta enfermedad. Para conmemorar, los asistentes tuvieron la oportunidad de realizar mensajes en papel y enviarlos al cielo. El evento denominado ‘Notas al cielo’ es el inicio de una propuesta que se realizará todos lo años en Quito, Guayaquil, Ibarra, Portoviejo, Puyo, Ambato y Cuenca.
María Amparo Quiñones, relacionista pública de la Fundación Jóvenes contra el Cáncer del Ecuador, comentó que la organización quiere que el Municipio de Quito participe en esta iniciativa, destinando un espacio en el Parque Bicentenario (ubicado en el antiguo aeropuerto), para conmemorar a las personas que fallecieron a causa del cáncer. “En el parque La Carolina hay árboles en los que se esparció un poco del polvito de nuestros jóvenes guerreros que ya no están con nosotros“, dijo Quiñones.
Al frente del escenario, destinado para la presentación de artistas, estaba un guerrero muy atento a lo que pasaba a su alrededor. Era Luis, de 18 años, quien viajó desde Puerto Francisco de Orellana (Coca), para participar de ‘Notas al cielo’. Él quiso rendir un homenaje a sus compañeros de lucha, niños, jóvenes y adultos que partieron al cielo después de una lucha de tratamientos, cirugías, camas, hospitales y medicinas.
Con la mirada fija en el ‘árbol de la vida’, Luis recordó que hace cinco meses le diagnosticaron cáncer en su cuerpo. Esta noticia fue muy dura para él, ya que desde que tenía 4 años quedó huérfano. En el mensaje, Luis quería agradecer la colaboración de la fundación, que ha sido incondicional. “Me han ayudado mucho con terapias psicológicas, en especial desde que me dijeron que tenían que amputarme el brazo izquierdo”.
“Dejar las cosas cotidianas y sentir el dolor de los demás es el acto más significativo del voluntario”, expresó Gabriela, de 23 años, quien se apresuraba en colocar los corazones azules en las ramas del árbol. Ella es voluntaria de la iglesia evangélica Iñaquito y junto a sus compañeros de culto llegaron al lugar para participar activamente en el evento.
Los voluntariados con camisetas blancas corrían de un lugar a otro para dejar todo listo, entre ellos músicos y cantantes de iglesias evangélicas. Tonny Tamayo, pastor evangélico, manifestó que este voluntariado surgió de la idea de que los músicos no solo deben estar en las iglesias, sino que deben ayudar a los que más necesitan sin ninguna remuneración. “Estamos alrededor de setenta músicos de 10 iglesias evangélicas con el propósito de servir a estas personas que necesitan apoyo espiritual”, dijo el pastor.
A las 10:30, los familiares y los guerreros de la vida se preparaban para escribir sus mensajes y enviarlos al cielo en globos blancos, como símbolo de reconocimiento de la lucha que tuvieron los guerreros que ya partieron.
Carlitos estaba con sus padres. Sentado, frente del escenario, el pequeño estaba ansioso. Esperaba que el reloj de su padre marque las 12:00 para elevar su globo. Aunque no reveló el detalle del mensaje, estaba deseoso de enviar un globo al cielo para así comunicarse con sus compañeros de lucha.
Simultáneamente este acto se realizó en Venezuela, Colombia, Perú, Brasil y México. “Esta campaña nos une como seres humanos y nos ayuda a ver la vida de otra manera”, expresó María, madre de un paciente oncológico.
El inicio del homenaje
- La Fundación Jóvenes contra el Cáncer realizó por primera vez este homenaje. Se espera que este evento, en el que participaron alrededor de 400 personas, se desarrolle todos los años en las principales ciudades del Ecuador.
- Junto a otras organizaciones de América Latina, la Fundación homenajeó a los ángeles guerreros (personas que fallecieron) de México, Venezuela, Colombia, Perú y Brasil. Los guerreros de la vida continúan su lucha con el apoyo de esta fundación.
- 9 000 personas mueren con cáncer tras no recibir tratamiento oportuno.