Mujeres de la comunidad musulmana de Guayaquil marcharon por la paz, en contra de la discriminación y de la estigmatización. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
La Asociación Ecuatoriana de Psicólogos desarrolló la mañana de este domingo 10 de septiembre, en Guayaquil, una caminata en la que hombres plantearon una acción de desagravio frente a la violencia de género. En la manifestación participaron también mujeres y familias, además de un grupo de la comunidad islámica local.
En la caminata estuvieron miembros de centros de rehabilitación y de tratamiento de adicciones; decenas de manifestantes portaron camisetas y globos blancos, y pancartas de repudio contra el femicidio y la violencia contra la mujer.
La manifestación recorrió la avenida Malecón, en el centro de la ciudad. “Estamos marchando por una sociedad libre de violencia.
El eslogan es ‘la violencia no tiene género, degenera’. Queremos hacer conciencia sobre la autorregulación emocional”, indicó Gino Escobar, presidente de la Asociación de Psicólogos.
Una caminata por una sociedad libre de violencia recorrió la avenida Malecón, en el centro de Guayaquil, la mañana de este domingo 10 de septiembre. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El psicólogo Samuel Merlano, otro de los organizadores, indicó que es común que las mujeres salgan a protestar por el femicidio, en esta ocasión la idea partió de hombres que quisieron plantear un desagravio a nombre del género masculino. “Es un ‘mea culpa’, los hombres aprendemos y somos receptores de violencia, pero podemos decir alto. Vivimos en una sociedad machista, los niños crecen sin regular sus emociones, queremos propiciar esa reflexión”.
Una veintena de miembros de la comunidad islámica de Guayaquil se unió a la manifestación con el propósito de “marchar por la paz mundial, y para que las buenas intenciones prevalezcan”. Los musulmanes portaron pancartas con consignas como, “Contesta con buena actitud”, “La sonrisa es una bienvenida universal” y “Ante todo elige perdonar, y ordena el bien”.
Hombres organizan marcha de desagravio y rechazan la violencia de género en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Las mujeres, vestidas con hijab o velo, y portando globos blancos, eran las más visibles. Deolinda Videla, argentina casada con un ecuatoriano, tomó la palabra por ellas. “Somos musulmanes ecuatorianos, queremos que la gente conozca que somos parte de la comunidad, que somos personas normales, que el Islam es paz, que nos den la oportunidad de conocernos”, indicó la mujer. Ella contó que las musulmanas a menudo son discriminadas en la ciudad por su vestimenta, que son victimas de ataques verbales y que existe una estigmatización de la imagen de los fieles del Islam.