Un Guayaquil de ciencia ficción

En el Puerto Principal aficionados al cómic desarrollan historias futuristas o juegan con la reconstrucción alternativa de la historia. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

En el Puerto Principal aficionados al cómic desarrollan historias futuristas o juegan con la reconstrucción alternativa de la historia. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

En el Puerto Principal aficionados al cómic desarrollan historias futuristas o juegan con la reconstrucción alternativa de la historia. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Las botas deportivas que usa parecen salidas de una película de ‘Volver al futuro’. Y sus chaquetas combinan con una línea de sus creaciones: cascos coloridos y futuristas que construye a partir de reciclaje.

La vestimenta de Federico Oporto, guayaquileño de 42 años, creativo de publicidad, tiene algo de la impronta de su proyecto personal: Hangar 2072. Se trata de una colección de más de un centenar de piezas creadas con material reciclado: naves, motos, tanques, armas y robots que parecen las maquetas a escala de un filme de ciencia ficción.

Las creaciones que Oporto lleva 10 años construyendo harán parte de un cómic, gracias al entusiasmo de los ilustradores Paco Pincay y Gabriel Fandiño, que impulsaron a Oporto a convertir Hangar 2072 en una novela gráfica.

El proyecto fue presentado en la reciente Convención del Cómic, organizada en la Universidad Católica de Guayaquil, donde quedó patente el desarrollo de nuevas historias de fantasía y ciencia ficción.

En el evento también se lanzó la novela ilustrada ‘1842, GYE ciudad muerta’, del propio Fandiño, que relaciona un brote de zombies con la epidemia de fiebre amarilla que azotó Guayaquil a mediados del siglo XIX.

“Estos géneros permiten dar rienda suelta a la imaginación e igual tratar temas que son pertinentes y cotidianos, pero que desde el lado de la fantasía puedes sublimarlos, exagerarlos y volverlos más evidentes”, indicó Federico Oporto, quien desde niño vivió una gran fascinación por el cómic y por la ciencia ficción.

Oporto comenzó a construir sus naves con material desechado a finales de los 90. A partir del 2012 tiene una producción más sostenida que le ha permitido incluso vender sus creaciones. En su estudio, las plumillas de los limpiaparabrisas de autos se convierten en el chasís de naves futuristas, cartuchos de tintas y antiguos cepillos de dientes hacen parte de robots.

Cuando sus amigos lo animaron a escribir un guión a partir de su colección, se percató de que la historia, aunque difusa, había estado siempre allí. “Es una historia sobre cómo el avance tecnológico de la humanidad se da, pero pagando un alto precio a nivel ecológico. En este mundo del futuro existen hangares donde se fabrican naves y vehículos únicos, personalizados, para misiones específicas”.

Gabriel Fandiño, quien ayudará a convertir en libro al proyecto Hangar 2072, transformó la epidemia de fiebre amarilla de 1842 en una plaga de zombies a partir de una lectura que describía los síntomas de los enfermos febriles. Los contagiados adquirían una coloración extraña, presentaban agresividad, ojos enrojecidos y vómito negro.

“Me pareció interesante ver cómo reaccionaría la gente del Guayaquil de esa época ante un brote zombie, ¿qué utilizaría para enfrentar a esto?”, explicó Fandiño, ilustrador venezolano de 36 años, que vive hace 20 en Guayaquil.

En el cine y la literatura siempre que aparecen muertos vivientes la gente local usa sus propias formas para nombrarlos.

En una sociedad tan religiosa como la del Guayaquil del siglo XIX, los llama ‘lázaros’. En la novela ‘1842, GYE ciudad muerta’ personajes históricos como Vicente Rocafuerte y el inventor José Rodríguez Labandera participan en una conspiración para ocultar la plaga de ‘caminantes’ como una epidemia de fiebre.

Guayaquil tiene en la web su propia guía de supervivencia ante un eventual Apocalipsis zombie. Fandiño piensa crear ahora una segunda parte de su novela, en formato cómic, ambientada en el Guayaquil del futuro, la ciudad a mediados del siglo XXI y en un arco argumental enlazado con ‘1842’.

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