Parece una historia de no creer. La cadena que tiene aproximadamente 15 sucursales en la capital y un tanto más en otras ciudades del país, empezó como un carrito en el que se vendían hot dogs (es la especialidad del negocio) frente al Hotel Quito. Ahora además de ‘perros calientes’ venden papas fritas y también hamburguesas.
Encontrar un puesto de Los Hot Dogs de la González Suárez es fácil, están por todas partes. Mentalmente, se pueden ubicar al menos cuatro diferentes en variadas zonas de la urbe, en menos de diez segundos.
Quien visite algunos de ellos no puede esperar un servicio totalmente personalizado ni comodidad. A los que dominan el arte de ‘comer de pie’ no les disgustaría en lo absoluto. Entiéndase que tampoco es idóneo para disfrutar en familia y pasar horas y horas charlando con los amigos. Lo que sí, es ideal para matar un antojo (especialmente esos que surgen a la madrugada.
Casi escondido entre muchos otros locales de comida, en plena avenida De Los Shyris (diagonal a la Tribuna) se puede encontrar un puesto de Los Hot Dogs de la González Suárez. Pequeño y compacto se distingue por la combinación de colores en su letrero: rojo y amarillo. Fue el puesto escogido para la visita gastronómica.
Las hamburguesas de Los Hot Dogs de la González Suárez se preparan a la parrilla y se condimentan con productos naturales. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Ese día los hot dogs quedaron relegados para saborear la sazón de las hamburguesas, que gustan entre los jóvenes por la posibilidad de aderezarlas con mermelada de piña. No hay mesas, así que la orden (con rapidez) sale directo a la barra, una hamburguesa caliente en una funda de plástico a la medida y papas fritas para acompañar. Todo es ‘self service’. Quien quiera salsas o ají se las pone a su gusto.
Dina Silva, quien ha trabajado para la cadena durante 6 años, adelanta que lo que distingue a la preparación a probar es la preparación de la carne, no se condimenta con nada artificial, solo con ingredientes naturales como pimientos y perejil.
Y son los vegetales y hierbas en específico los que predominan. Sobrepasando al sabor propio de la carne se distingue el gusto de los pimientos. Se trata de un medallón de grosor medio,- tendiendo hacia la delgadez, estilo ‘diner’ estadounidense- cocinado con inmediatez a la plancha. Simple, sencillo y sin distintivo más que su preparación natural.
Los chefs (Alfredo Salazar y Pablo Cruz) entendidos en técnicas y habilidades culinarias, detectaron en los primeros mordiscos un problema, el pan se humedece mucho (gracias a las guarniciones). Pablo explicó que no hay un proceso de plastificado del pan, no hay ese ‘crunch’ propio de sellar el carbohidrato para obtener una textura crujiente. En lo que se refiere a servicio notaron que hace falta capacitar al personal.
Lo que podría ser un valor agregado, siempre y cuando al cliente le guste combinar dulce y salado, es la mermelada de piña, es interesante la posibilidad de sumarla a la hamburguesa, pero no es espectacular. Silva especificó que tanto este aderezo como el ají son los favoritos de los comensales para acompañar la preparación.
Las hamburguesas de ‘Los Hot Dogs de la González Suárez’ obedecen al concepto de ‘fast food’ en su máximo despliegue. Eso lo que piensan los chefs. Son el resultado de la itinerancia culinaria y la opción predilecta de los jóvenes que tras la diversión nocturna buscan apaciguar el estómago, un target poco exigente.
Precios: USD 3,50 y USD 6
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