Gustavo Santaolalla es uno de los nombres más importantes de la música latinoamericana. Sus múltiples facetas, le han permitido ejercer su oficio como músico no solo desde la composición y ejecución, sino también desde la producción. Así también, no ha pasado desapercibida su trayectoria dentro del cine y los videojuegos, mundos en los que ha aportado con sonidos que se acoplan a las narrativas de historias que surgieron en la mente de otros creativos.
Si bien hoy en día se lo conoce especialmente por su trabajo en el colectivo Bajofando -que se presentará este jueves 16 de abril del 2015 en Quito-, la música que Santaolalla ha compuesto con su guitarra ha tenido una influencia que data desde los 70. Desde entonces su nombre fue sinónimo de canciones imprescindibles para el desarrollo del llamado ‘rock nacional‘ que surgió en Argentina.
Blues de Dana, ¿Quién es esa chica? en los 70 junto al grupo Arco Iris o Ando rodando de su primera placa en solitario son himnos de culto en el contexto del rock rioplatense.
Claro, su trabajo como compositor e instrumentista en Bajofondo o como solista definitivamente se catapultó a escala internacional desde el nuevo siglo. Época que lo vio concretar influencias varias desde el hip hop hasta la música electrónica con la búsqueda de los sonidos del continente latinoamericano. Lo más probable es que toda esa vena haya sido alimentada por la experiencia de producir a otros artistas. Algo que si bien hizo desde los 70 con colegas como León Gieco, fue recién en los 90 en donde se consagró como tal en la región.
Fue su mano, su oído y su visión la que lideró la consecución de carreras entrañables del rock latino alternativo de esa década. Café Tacvba, Los Prisioneros, Caifanes, Divididos, Maldita Vecindad, Puya, Jorge Drexler o Julieta Venegas le deben gran parte de su éxito fonográfico a la producción de Santaolalla.
De esas conexiones, especialmente con artistas mexicanos y con su lugar de residencia después de que migrara en 1978 por la dictadura –Los Ángeles-, surgen las primeras oportunidades para llevar sus ideas musicales al plano de lo cinematográfico con música incidental y original para cintas. ‘The Insider‘ fue su primer encuentro con Hollywood y ‘Amores Perros‘, un año después, fue la plataforma para confirmar una habilidad narrativa y compositiva ligada a planos, encuadres y transiciones.
A la fecha Santaolalla ha participado con música en 25 películas entre las que se encuentran ‘Diarios de motocicleta‘, ‘21 gramos‘, ‘Babel‘ o ‘Secreto de la montaña‘ con la cual ganó un premio Óscar. Finalmente, Santaolalla también ha creado música para juegos de video como ‘The Last of Us‘, y no es extraño que aparezca como músico invitado en los discos o presentaciones de sus colegas o ex clientes.