Hugo Oquendo fue un reconocido guitarrista ecuatoriano a nivel internacional. Foto: Archivo EL COMERCIO
Víctor Hugo Oquendo falleció la mañana de hoy, lunes -8 de febrero del 2016-, tras una batalla de cinco años contra un cáncer de próstata. La velación se realiza desde esta noche, a las 19:00, y la misa se realizará mañana a las 16:00, en el Camposanto Monteolivo. El sepelio será en el mismo lugar y no habrá restricción para que seguidores del músico se acerquen a despedirlo.
El guitarrista regresó al Ecuador desde Italia, país en el que vivió desde los años 70, tras el diagnóstico. Enfrentó la enfermedad junto a su familia, en especial con la compañía de su tercera esposa Ángela Hidalgo, y prometió que tocaría la guitarra hasta el final.
Fernando Camino, su representante, cuenta que así fue. En el 2015, Oquendo dio sus últimos grandes conciertos en la Casa de la Cultura Ecuatoriana y realizó sus últimas apariciones públicas en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro y en otros establecimientos de las Fuerzas Armadas.
Estos espacios se abrieron gracias a su amistad con el General Luis Garzón, quien también le prestó su apoyo para la publicación del libro ‘Cuando sea grande’ (2013), en el que el guitarrista presentó sus memorias.
El niño de la guitarra
A los siete años recibió su primer premio en concurso infantil de jóvenes artistas organizado por Radio Nariz del Diablo. En este evento también se ganó el sobrenombre por el que es conocido hasta la actualidad: ‘El niño de la guitarra’.
Oquendo también fue torero y la cultura flamenca trascendió a sus composiciones. Asimismo pasó con la relación con lo gitano que tienen las guitarras; un espíritu que lo llevó a salir del Ecuador a los 18 años y a recorrer Latinoamérica y Europa.
En 1970 se mudó a Italia. Cuatro años después y gracias a su talento con las cuerdas se convirtió en el primer músico en tocar en la Capilla Sixtina, frente al papa Pablo VI. Camino explica que esta edificación no fue creada para dar conciertos, pero el guitarrista ecuatoriano fue digno de tal honor. En el repertorio que ofreció estuvo el Ave María, que compuso 48 horas antes de la histórica reunión, en la que también estuvo el que se convertiría, en 1978, en el papa Juan Pablo I.
En este país fue conocido como el ‘Paganini de la Guitarra’, porque en una de sus presentaciones en Italia se rompieron dos cuerdas de su instrumento, lo que no lo detuvo para continuar el concierto.
Entre los reconocimientos que recibió a lo largo de su trayectoria sobresale uno entregado por la Alcaldía de Miami. Tras una presentación en el Teatro de Bellas Artes de esta ciudad, se proclamó el 28 de junio como el día de Hugo Oquendo.