Al médico Luis Escobar, de 76 años, no le sorprendió la notificación que recibió el mes pasado donde se le comunicó que debía dejar sus funciones en el Hospital Gineco-Obstétrico Isidro Ayora, en Quito. Asegura que desde hace un año los servidores públicos sabían que debían jubilarse tras cumplir 70 años, al aprobarse la Ley de Servicio Público.
“Incluso estaba consciente de que también debía dejar mi cargo como docente de la Universidad Central y no me he complicado por eso”, dice el especialista en ginecología y obstetricia. Él presentó una solicitud de jubilación ante el Ministerio de Salud en noviembre y aún espera que la institución culmine el trámite para que pueda cobrar por su retiro. Luego tiene previsto realizar el trámite en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), para ser beneficiario de la pensión jubilar.
No tiene claro el proceso que debe seguir para conseguirlo, por lo que asegura que contratará a un tramitador para que lo haga. “Otros compañeros que ya están jubilados hicieron eso y no tuvieron problemas. Así ganaré tiempo y evitaré líos”, asegura.
Estos tramitadores cobran entre USD 30 y 50 a los adultos mayores y, por lo general, actúan solo cuando se hacen solicitudes en grupo. Según el IESS, las personas no deberían optar por esta opción porque corren el riesgo de ser estafadas. Además, el presidente del Directorio del IESS, Ramiro González, recordó que desde hace un año el trámite de jubilación ya no se realiza por ventanilla, sino a través de la Internet (ver infografía).
“Si cumple con todos los requisitos las personas pueden hacer el trámite en máximo 15 minutos. Incluso ese mismo momento el sistema le dice de cuánto será la pensión que podría recibir”, refirió González.
Entre enero y octubre de este año, el IESS tramitó 16 737 solicitudes por vejez; 2 533 por invalidez y otras 4 714 que corresponde al magisterio. Suman un total de 23 984 jubilaciones.
Escobar espera ser parte de estas estadísticas a principios del 2011. Ahora está a la espera de que la U. Central le notifique que también debe dejar de dictar clases. “Me siento contento por el servicio que he dado en mi vida al sector público, pero creo que uno debe dejar también que las nuevas generaciones tomen la posta”.
Desde noviembre, Escobar ya no acude a la Maternidad para trabajar atendiendo partos o realizando consultas. Pero los pacientes lo buscan en su consultorio privado. Algunos incluso son colegas que están por jubilarse.
Para que ellos puedan acceder a una pensión del IESS deben cumplir con varios requisitos; tener registrada en su historia laboral la fecha del cese de labores.
Este documento debe ser remitido por el empleador. El solicitante no puede tener préstamos en mora con el IESS y debe haber registrado una cuenta bancaria para que se le deposite la pensión. Además, no debe estar calificado como jubilado en el sistema del Seguro y tiene que estar al día con las aportaciones patronales. En la página del IESS (www.iess.gov.ec) se puede consultar el estado de la cuenta individual, en detalle.
Escobar asegura que no le preocupa el trámite que deberá hacer para su jubilación, porque en la Maternidad cumplieron siempre con los pagos al IESS y reconocieron su labor. “Si el Estado diera un incentivo a todas las personas que entregaron su vida por el país sería una gran ayuda. De no ocurrir eso, no importa porque la mejor satisfacción fue ayudar a las personas más necesitadas”.
La edad requerida
El adulto mayor debe tener 40 años de servicio, equivalentes a 480 imposiciones (pagos) para acceder a la pensión jubilar. En este caso no hay límite de edad .
Quienes tienen 30 o más años de servicio (360 imposiciones) deben tener 60 años de edad. Y quienes tienen 15 o más años de servicio 65 o más años de edad.
Las personas que tienen 10 o más años de servicio, deben tener 70 años o más para jubilarse. Los empleados públicos de 70 años o más deben jubilarse.