La calle Córdova en Guayaquil albergará una fiesta juliana

Bailarines de la compañía de danza Retrovador, en la calle Córdova.

Bailarines de la compañía de danza Retrovador, en la calle Córdova.

Bailarines de la compañía de danza Retrovador, en la calle Córdova. Foto: Cortesía Arqstracto Estudio

Revivir el espíritu barrial de las celebraciones de las fiestas de Guayaquil. Ese es el objetivo de la segunda edición del Festival de la Calle Córdova, una feria intercultural por la celebración de los 482 años de Fundación de Santiago de Guayaquil.

El festival durará 12 horas el domingo 23 de julio y prevé la presentación de grupos de danza folclórica, música, juegos infantiles tradicionales y 25 estands de comida criolla.

“Queremos rescatar la celebración de las fiestas julianas a la antigua, con juegos tradicionales y música, como una forma de reunir a la familia y amigos”, indicó Miriam Herrera, copropietaria de la picantería La Culata y organizadora del festival junto a Freddy Girón, su esposo y socio.

Entre las competencias de juegos tradicionales que dirigirá el actor Isidro Murillo está un juego de tradición montuvia como la olla encantada, ollas de barro llenas con dulces, ensartadas en lo alto en una cuerda para que los niños traten de romperlas. También se instalará, como en la primera edición, un palo ensebado con premios en la cúspide.

Herrera cuenta que en el pasado la picantería se veía desbordada por clientes que querían celebrar las fiestas julianas en los dos locales de Córdova, por lo que desde el año pasado solicitaron permisos para tomarse la cuadra, incluir a los negocios vecinos, y convocar a cocineros.

Entre las compañías de danza folclórica están Retrovador, Ñahuy, Folcosta y Afromestizocandente. Como invitado actuará el grupo de danza Cien volando, de Argentina.

Retrovador y Cien volando se presentan esta noche en la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas. El espectáculo pone en contraste las chacareras, malambos y zapateos argentinos con polcas de la tradición del Litoral y zapateos montuvios, informó el escritor y escritor y folclorista Wilman Ordóñez, director de Retrovador.

“En la calle Córdova la muestra es más pequeña, con otro repertorio. Retrovador presentará tres polcas que hemos recuperado en un proceso investigativo y que están ligadas a los bailes que se ejecutaban en el Puerto, en la ciudad”.

También asistirán a la fiesta colectivos musicales que destacan desde la música rasgos étnicos, como la Banda juvenil de la Isla Santay y el Grupo Huayramarca. Mientras que el grupo escénico Los Compadres exalta el amorfino como versificación montuvia y pone en escena estampas del campesino de la Costa.

La Culata, donde es posible ver a un Ministro comiendo en las mesas de la acera, al propio director de la Sinfónica de Guayaquil y a invitados internacionales de la orquesta, probando encocados, encurtidos y encebollados, es un punto de encuentro de artistas y gestores culturales.

Girón destaca la apuesta por el sector del local junto a otros negocios, que han cambiado el rostro a la calle y le han dado vida a la zona. La calle Córdova era el reverso de una calle principal como el Malecón, por ello tomaron para el negocio parte del nombre del Cerrito de la Culata, la formación del Cerro Santa Ana y del Carmen.

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