Gestores piden reconocer la oralidad de los pueblos afro

Las organizaciones folclóricas del norte de Esmeraldas se consideran los principales guardianes de este arte. Foto: cortesía Municipio de Eloy Alfaro.

Las organizaciones folclóricas del norte de Esmeraldas se consideran los principales guardianes de este arte. Foto: cortesía Municipio de Eloy Alfaro.

Las organizaciones folclóricas del norte de Esmeraldas se consideran los principales guardianes de este arte. Foto: cortesía Municipio de Eloy Alfaro.

Los guardianes de la tradición oral del norte de la provincia de Esmeraldas piden mayor atención de las autoridades para no permitir que el canto que identifica al pueblo afro se pierda, por la influencia de otros ritmos.

La transmisión de este conocimiento ancestral se hace dentro de las familias en las comunidades de San Miguel, Timbiré, Selva Alegre y Anchayacu, que están en las márgenes de los ríos Cayapas, Santiago y Ónzole.

Luis Caicedo, de 40 años, aprendió a tocar todos los instrumentos de percusión y a cantar arrullos a los 10 años. “En Concepción, lo más normal es que los niños aprendiéramos a labrar el campo y conocer de nuestra música tradicional”, explica Caicedo.

El antropólogo Adison Güisamano señala que el rescate de la oralidad del pueblo afro ha sido una tarea incansable de los gestores de Esmeraldas.

En el norte de la provincia es común ver a los niños que tocan marimba sobre troncos de madera mientras están en sus labores del campo o escolares

En diciembre del 2015, la Unesco declaró a la marimba, la danza y los cantones del pueblo afro, como patrimonio inmaterial de la humanidad.

Dos años después de la declaratoria no existe un plan para fortalecer estos tres aspectos de la cultura, según el expresidente de la Corporación Casa de la Marimba, Manuel Mosquera.

Apesar de ello, los gestores culturales no solo se empeñan en la conservación de los cantos y arrullos sino que también los enseñan.

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