Celia Angulo cocina en uno de los locales ubicados en el nuevo Puerto Artesanal Pesquero, denominado La Sazón de Celia Cruz. Ofrece encocados, banderas, entre otros. Foto: Marcel Bonilla/EL COMERCIO
Un grupo de 10 mujeres de Esmeraldas promociona la gastronomía ancestral con 50 platos distintos, preparados con mariscos frescos en el Puerto Artesanal Pesquero de Esmeraldas (Papes).
Rescatar y mantener la tradición es uno de los objetivos de este grupo de afroesmeraldeñas, que llevan casi 15 años dedicadas a la preparación de alimentos. Su talento en la cocina es una herencia.
Los conocimientos los adquirieron de antiguos pobladores de la zona norte de Borbón, Limones, La Tonal y Rioverde donde se condimenta la comida con hierbas del campo.
La chiyangua, el chirarán y la albahaca son algunas especias que aromatizan el guisado y dan sabor a cada plato que se prepara en el puerto. “Sabe más saludable”, dice Eddy Salazar, uno de los comensales.
Celia Angulo sabe de cocina tradicional y prepara un variado menú en este sitio. Aprendió a hacer el guiso en el fogón de su madre, en el barrio Santa Martha de la ciudad de Esmeraldas, un sector de pescadores.
Ahí ahumaba el pez cotudo, parecido el bagre, con el que se hace el famoso encoca’o de cotudo, uno de los platos que se ofrecen en su local. Las bebidas, como la limonada, son endulzadas con panela.
Desde el pasado 27 de mayo cuando se inauguró el Papes, las ventas han mejorado por los turistas que llegan a conocer la nueva infraestructura.
Jaison Palomino, uno de los armadores pesqueros dice que decenas de personas acuden diariamente al Puerto a degustar de un plato de mariscos.
Ronald Lozada es uno de los funcionarios de la Prefectura de Esmeraldas, que acude tres veces por semana para probar un encoca’o de pescado, o un mixto de calamar y pateburro (caracol de mar).
En este sitio también se pueden encontrar platillos como encoca’o de concha, aserrín de tollo, camarón con calamar, langostino con cáscara, albacora sudada, encoca’o de banderón y tortilla de chautisa (pescado muy pequeño). También, están los cebiches de langostino, concha y pescado, que son de los más apetecidos por los turistas.
Mireya Copete, otra de las propietarias de uno de los 10 locales, cobra USD 3 por un encoca’o, pero, si el cliente solicita una bandera ancestral (pescado y pateburro encoca’o) cuesta USD 4,50.“Los clientes de la Sierra que acuden a degustar de los platos pasan directamente a la cocina para ver cómo se preparan el pescado frito o un pargo”, dice
La construcción de obras como el Malecón de Las Palmas, el Papes y el Malecón de Tachina ha abierto nichos gastronómicos donde se puede degustar de los mejores platos típicos con toques ancestrales.