El archipiélago de Galápagos incrementó en mayo sus áreas protegidas y se convirtió en santuario para el mundo. Foto: Cortesía Ministerio del Ambiente
Las islas Darwin y Wolf fueron declaradas, en marzo del 2016, como santuario del mundo. El presidente de la República, Rafael Correa, suscribió el Decreto Ejecutivo 968 para la implementación y nueva zonificación de las áreas protegidas del archipiélago de Galápagos. Estas cuentan con 38 000 kilómetros cuadrados bajo cuidado especial.
El santuario está ubicado en una de las zonas marinas con mayor biomasa (cantidad de flora y fauna por área) del mundo, al llegar a las 17,5 toneladas por hectárea. El presidente Correa explicó que este es un hecho importante para todos los países y no solo para el Ecuador, ya que es una ruta migratoria para varias especies.
La Reserva Marina de Galápagos es la segunda más grande del mundo. La National Geographic Society apoyará, junto con otras instituciones, en el desarrollo de un plan para conservar el patrimonio natural de esta zona del país.
El santuario implica una protección del 33% de la Reserva Marina de Galápagos (40 millas náuticas en torno al archipiélago) y un 59% del Parque Nacional.
El biólogo marino y explorador de National Geographic, Enric Sala, comentó que “estudios a nivel mundial demuestran que la talla de los peces aumenta un tercio y la biomasa se eleva cinco veces dentro de los santuarios respecto a las zonas no protegidas”.
Otra investigación realizada en el marco de la iniciativa documental Mares Prístinos, de la National Geographic Society y la Universidad de California, descubrió que cada tiburón vivo tiene un valor de USD 5,4 millones por el turismo que produce en la industria del buceo, mientras que uno muerto apenas genera unos USD 200 a los pescadores del lugar.
La National Geographic, en septiembre, estrenó el documental ‘Galápagos, las islas de la evolución’. Uno de sus objetivos fue promulgar la protección.