Los 11 000 m² de superficie del complejo se distribuyen en medio de la floresta del Bosque de la Bolonia (abajo). Foto: El Comercio.
Algunos especialistas dicen que se repite, que sus edificios se parecen; otros, en cambio, afirman de Frank Gehry es uno de los gurús de la arquitectura de todos los tiempos.
Lo seguro, lo irrebatible, es que sus edificaciones nunca dejan indiferentes a quienes las miran y hasta crean pasiones.
Ese es el caso del contemporáneo edificio de la Fundación Louis Vuitton, que el presidente francés, Francois Hollande, inauguró el pasado viernes 24.
El edificio de estilo futurista está ubicado en el parque del ‘Bois de Bologne’ (Bosque de Bolonia), en el oeste de París, y fue inaugurado en presencia del presidente de la marca de lujo Vuitton, Bernard Arnault, el hombre más rico de Francia y gran promotor de la iniciativa.
Como afirma el https://www.archdaily.com, el inmueble tiene forma de ‘nave’ o de ‘iceberg’ y mide 46 metros de alto, 150 de largo y 11 000 m² de superficie.
Como afirma María Carolina Piña en una nota de https://www.espanol.rfi.fr (RFI), el edificio en forma de navío que alza sus velas al viento deslumbra por su altitud y ligereza. Este proyecto futurista del arquitecto canadiense-californiano –muy conocido en el mundo luego de realizar el Museo Guggenheim de Bilbao, entre otras obras- necesitó más de 12 años de estudios técnicos, de diseño y de desarrollo.
Según https://www.architecturaldigest.com, los diseños conceptuales comenzaron en 2004, y Gehry presentó los primeros modelos a un entusiasta Arnault ese año.
“Yo sabía que Frank era el adecuado para crear un edificio coherente con nuestro compromiso artístico”, afirmó Arnault en la inauguración.
También reconoció su admiración por los triunfos individuales del arquitecto: el Museo Guggenheim de Bilbao y la Sala de Conciertos Walt Disney en Los Ángeles.
“Estamos muy impresionadas. Es un edificio verdaderamente gigantesco y muy hermoso. Y la cascada de agua es muy, muy bella”, dijo a RFI una turista llegada de Berlín, absorta frente a la imponente escalinata bañada de agua de la Fundación Vuitton.
Si en el Guggenheim de Bilbao, Gerhy se decidió por forrar los exteriores con láminas de titanio; en el Vuitton prefirió la transparencia del cristal y los policarbonatos, los mismos que refuerzan los interiores de paneles de hormigón blanco y estructuras de acero y madera.
Eso hace que, por la noche, el nuevo cuartel de este ícono de la moda mundial formado por 12 velas de cristal y de madera compuestas por 3 800 paneles serigrafiados, parezca uno de los ingrávidos buques en los que viajaba Peter Pan, afirma Architectural Digest.
El nuevo Louis Vuitton tiene 11 salas de exposiciones, con una colección permanente de arte contemporáneo, así como exposiciones temporales y comisiones de artistas.
El centro también posee un auditorio de 350 asientos, salas de reuniones y eventos, espacios e instalaciones para la educación. La terrazas levantadas en los niveles superiores ofrecerán a los visitantes vistas del parque de finales del siglo XIX, que se encuentra en la parte norte del Bois de Boulogne.