Este fotomural pertenece a Zebra Art y es un collage de varios paisajes quiteños. FOTO: EL COMERCIO
En Europa y Estados Unidos el uso de vinilos decorativos es habitual. Desde hace tres años, esta práctica ha cobrado fuerza en Ecuador y es una alternativa en la decoración de interiores.
Estos vinilos son adhesivos que permiten personalizar cada rincón. Los modelos son infinitos, pues el cliente los pide a gusto personal.
Una de las últimas tendencias es el vinil de impresión (o foto mural), que puede contener cualquier imagen y el tamaño no es una limitante.
Se cubren paredes enteras con este producto.
El gerente de Blueink, Saúl Falconí, asegura que los pedidos de fotomurales son heterogéneos: paisajes naturales, postales de ciudades, fotografías familiares…
El fotomural de interior de esta empresa es laminado, para no reflejar la luz de los techos. Además, esto permite limpiarlo -cada seis meses- con limpiavidrios o agua sin riesgo de dañarlo.
En los exteriores, el vinil mural (pintura fotográfica) se coloca mediante calor (90 °C). Resiste los rayos solares y la lluvia. Se acopla a toda superficie (incluida la piedra).
La garantía es de tres años.
En vinilos decorativos brillantes cuentan con una gama de 50 colores; los mate, 40. Entre las opciones están también el reflectivo y el metálico.
Para obscurecer el vidrio se emplea el arenado o el laminado.
Asimismo, hay el traslucido (menos paso de luz) y el transparente (da tonalidad). Las tintas empleadas son ecosolventes (no huelen ni contaminan).
Blueink utiliza materiales colombianos, alemanes, estadounidense y coreanos, con garantía de entre uno y tres años.
Falconí estima que los vinilos tienen una vida útil de cinco años en la Costa y siete en la Sierra.
Desde hace tres años, Ricardo Macías, gerente de Zebra Art, se especializa en decoración mediante vinilos. La idea la trajo desde Barcelona, España y Buenos Aires, Argentina.
Este emprendedor asegura que la especialidad de su negocio es la fotomural, tanto para interiores como exteriores.
No obstante, realizan vinilos de corte de cualquier color, forma o tamaño, microperforado (vidrio), impresión en lona y rotulación de calidad.
Tener uno de estos trabajos en casa lleva alrededor de cinco días. Para ello, se realiza una medición, elaboración del diseño, aprobación del cliente, impresión del mismo y su instalación.
Zebra Art utiliza materiales estadounidenses de marca Oracle para foto murales y LG en los de corte.
La garantía es de tres y cinco años, respectivamente. Las tintas que utilizan son alemanas.
Macías asegura que sus vinilos se colocan en cualquier superficie. Con una pistola de calor, incluso, se instalan en superficies porosas. Sin embargo, explica que sobre pintura de mala calidad no se realiza el trabajo, porque se desprende el adhesivo.
Las ofertas apuntan a determinados clientes. Por ejemplo, Kids Space, desde hace dos años, decora habitaciones de niños y jóvenes.
Lidia Nieto, asesora de ventas de este negocio, explica que del modelo escogido, tras un asesoramiento, se harán las lámparas, los cuadros, la sobrecama y, obviamente, el vinilo.
Los diseños son de futbolistas, personajes de películas, princesas, hadas y cualquier modelo escogido por los pequeños.
KKO es otra empresa experta en fotomurales y vinilos decorativos.
Cristina Varela, gerente de KKO, explica que ellos colocan los motivos en el vinil mediante una impresora digital de gran resolución. Utilizan un papel especial.
Solo se necesita un requisito, explica Cinthya González, de KKO: las fotografías deben ser de la más alta resolución y tomadas con buenas cámaras.
Las fotos hechas con celular no dan para grandes formatos.
KKO vende sus propios modelos pero también importa.
María del Carmen Lasso y Michelle Mora son las creativas de Guayaba Deco, una de las empresas pioneras del vinil decorativo en el país. Ellas complementan su diseños con mobiliario a tono.