La poesía del Ecuador suena al ritmo del rock

En la foto, Xavier Calle. La producción completa se puede descargar en la plataforma Soundcloud de forma gratuita. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.

En la foto, Xavier Calle. La producción completa se puede descargar en la plataforma Soundcloud de forma gratuita. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.

En la foto Zuchos de Vado. En la investigación, 
Lucía Moscoso encontró que el rock del país tiene influencias poéticas. Foto: Xavier Caivinagua/ ELCOMERCIO

En el intento por acercar la literatura a los lectores todo experimento es importante. Así lo entendió la cuencana Lucía Moscoso cuando impulsó la producción Fonografías, un registro de la poesía ecuatoriana a través del rock.

El material es una especie de ‘playlist’ creada para cerrar los ojos y escuchar versos sobre los amores y dolores, angustia y soledad, penas y melancolía. Es como asistir a un recital poético, pero musicalizado y en el que los invitados son dos grupos de artistas.

Por un lado, están los autores de los textos. Son 10 poetas ecuatorianos modernistas, posmodernistas y vanguardistas. Y por el otro, 10 bandas o músicos de rock cuencanos.

Moscoso investigó sobre la influencia de la literatura nacional en el rock y encontró un vínculo con el estilo más pesado y el metal. “La poesía ecuatoriana generalmente tiene textos muy melancólicos y románticos, pero que adquieren otra fuerza al ser musicalizados y suenan bien al ritmo de rock”.

Su objetivo fue acercar las letras ecuatorianas a los jóvenes. Para ello, seleccionó a los autores más lejanos a las nuevas generaciones, en ese grupo están los cuatro poetas que pertenecieron a la Generación Decapitada: Ernesto Noboa y Caamaño, Humberto Fierro, Arturo Borja y Medardo Ángel Silva. Además, a Alfonso Moreno Mora, Jorge Carrera Andrade, Gonzalo Escudero, Alfredo Gangotena, Hugo Mayo y César Dávila.

A sus textos, los músicos cuencanos le pusieron ritmo de rock. La adaptación de los poemas fue libre, pero ella escogió los autores para cada banda, según su estilo. Participaron los grupos Ututo, Smoking Doll, La Ventana, Jaula Faraday, Los Zuchos del Vado, Jodamassa, Nemesek, Música para Camaleones y los músicos Javier Calle y Chris Díaz.

En la foto, Xavier Calle. La producción completa se puede descargar en la plataforma Soundcloud de forma gratuita. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.

El resultado es un disco enérgico y melancólico. Los músicos lograron plasmar la esencia de los autores a partir de la lectura de varios textos. Así descubrieron esa herencia poética, según los integrantes de Los Zuchos del Vado. A ellos les tocó Jorge Carrera Andrade y musicalizaron ‘El objeto y su sombra’.

“Buscamos un poema musicalizable y el que elegimos tenía rima, así que la mitad del trabajo lo hizo el autor”, cuenta su bajista, Jaime Martínez. Ellos optaron por un rock metálico, que les pareció acorde con el estilo del poeta y la musicalización está marcada por la guitarra.

Para el vocalista, Maceo Galindo, la poesía tiene una fuerte influencia en el rock. “Es un género con grandes poetas, como Jim Morrison, además hay versos que tienen una especie de oscuridad, y se ajustan al estilo que manejamos: tristes, melancólicos...”.

La idea de que la poesía ecuatoriana se ajusta solo a los ritmos tradicionales fue desmitificada en este proyecto. Todo dependerá de la intención musical. Así por ejemplo, dos textos de un mismo autor pueden tener resultados muy diferentes, como ocurre con Medardo Ángel Silva. El pasillo volvió popular a su poema ‘El alma en los labios’, mientras que a ritmo de rock, Javier Calle consiguió una versión muy moderna de ‘Se va con algo mío’.

Después de estudiar su obra, Calle seleccionó un poema que se convirtió en una melodía musicalizada solo con piano y que tiene su fuerza en la interpretación. “Me apoderé del personaje, de lo terrible y hermoso que podía ser y decidí hacer algo solo con mi voz y sin efectos”, señala el artista.

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