Feria ‘Frutos de Nuestra Tierra’ se afinca en Quito

Algunos emprendedores también llegan al encuentro con productos cárnicos. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Algunos emprendedores también llegan al encuentro con productos cárnicos. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Algunos emprendedores también llegan al encuentro con productos cárnicos. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Con la frase: “De la mata a la olla”, Isidro Chicaiza promociona sus fresas, uvillas, tomate y otros productos durante las cuatro horas que dura la feria ecológica ‘Frutos de Nuestra Tierra’.
Se activa todos los viernes, desde hace tres años, en la Supermanzana C, en Carcelén, en el norte de Quito.

La frase seduce a los asistentes, pues según Wladimir Cabascango, presidente del barrio, “así era como se comía antes”. También, tiene acogida porque se trata de productos de la zona, con gran contenido nutricional, libres de químicos y de contaminantes.

Los proveedores, que llegan de distintas comunidades de Imbabura y Pichincha, contaron que cosechan alimentos un día previo a la comercialización con el propósito de vender frutas y vegetales frescos para que se conserven por más tiempo dentro del refrigerador. De acuerdo con los organizadores, son alrededor de 500 personas las que visitan la feria cada viernes.

Chicaiza abona sus cultivos de fresas, tomates y uvillas con chaguarmishqui, una bebida característica de la Sierra ecuatoriana. “Antes usaba químicos, pero me di cuenta del daño que ocasionan a la salud y ahora utilizo el chaguarmishqui como abono natural”.

Este agricultor tomó esa decisión porque constató que la venta de productos ecológicos es rentable. Con los réditos que obtiene cada viernes, por ejemplo, mantiene a su familia y logró expandir el negocio. Ahora, motiva a sus hijos a seguir en ese oficio.

Chicaiza y alrededor de una docena más de pequeños agricultores se reúnen en ese espacio tras el pedido de los moradores del barrio y de la gestión de Cabascango. “Estaban interesados en mejorar su salud”. Allí se comercializa, desde las 05:30, cebolla, plátanos, tomate, papas, lechuga, rábanos y, según Fanny Bermeo, moradora del sector, los precios son económicos y justos.

Esa es otra razón por la cual los habitantes de barrios como El Dorado, Comité del Pueblo, Calderón y Carapungo visitan la feria todos los viernes.

La feria cumplió tres años el pasado 14 de julio y para celebrar Cabascango invitó a grupos de danza y música andina y afroecuatoriana. Deleitaron con su talento Nuevo Amanecer (Carcelén, Quito), Renacer Afro (Mascarilla, valle del Chota) e Inti Wayra (Centro Cultural La Choza, Ibarra).

El líder del barrio contó que convocaron a esos artistas para cumplir otro de los objetivos de la feria: promover la cultura local y “retornar a nuestras raíces”. A la fiesta de aniversario asistieron moradores de ese barrio, pero también de las cuadras aledañas.

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