La norma lo garantiza. Todos los alimentos procesados deben incluir en su envase la fecha de elaboración, de vencimiento o de su caducidad.
¿Qué ocurre si un producto es consumido por fuera del límite establecido por los dueños de las marcas? No siempre implica un riesgo para la salud. La respuesta la dieron médicos y nutricionistas, quienes aseguran que todo depende del tipo de producto. Si es un embutido, por ejemplo, los conservantes que tienen estos alimentos -al caducar- pueden volverse ácidos y afectar a la mucosa gástrica.
Entonces, los especialistas recomiendan no pasarse de la fecha límite señalada en el empaque.
En el caso de los cereales, mezclas para hornear, harinas, etc., se pueden consumir con seguridad hasta 30 días después de su fecha de caducidad. Aunque para ello es importante que hayan sido conservados de acuerdo con las indicaciones que da el fabricante.
Mientras que los fréjoles, lenteja, maíz, morocho, maní, nueces, granos en general se los puede ingerir indefinidamente, mientras hayan sido almacenados sin abrir.
Joana Granda, nutrióloga, sugiere que una vez abierto el empaque de estos últimos productos se coloque el contenido en un recipiente hermético. Bajo estas condiciones, están aptos para consumo humano pasado un mes de su fecha de vencimiento.
En cuanto a los enlatados, Cristhian Wahli -presidente de la Asociación Nacional de Fabricante de Alimentos y Bebidas- indica que estos pueden durar uno y hasta dos años más del tiempo señalado de consumo en su etiqueta, pues estos productos son “sometidos a exhaustivos procesos que aseguran la durabilidad de su contenido”.
Pero si el envase tiene grietas en las uniones, protuberancias o lucen como inflados, podrían indicar la presencia de una bacteria llamada Clostridium botulinum.
Esta es una toxina que causa el botulismo, una intoxicación crónica que puede paralizar a una persona e impedir que respire. En este caso, la lata debe ser desechada inmediatamente.
El médico general Mario López indica que un alimento próximo a caducarse se puede servir, “siempre y cuando se lo consuma en su totalidad” y en el caso de los enlatados se retire su contenido, se lo coloque en otro envase y se refrigere. “Bajo estas condiciones, el tiempo de consumo debe ser máximo de tres días. Pasado este tiempo hay que desechar”.
En la Constitución vigente (art. 52) se señala que “las personas tienen derecho a disponer de bienes y servicios de óptima calidad y a elegirlos, así como a una información precisa y no engañosa sobre su contenido y características…”.
Los datos sobre la elaboración y vencimiento también son parte de la norma técnica 1334, acerca del rotulado de productos alimenticios para consumo humano.
Esta disposición, regulada por el Instituto Ecuatoriano de Normalización (Inen), determina que el producto almacenado, en las condiciones indicadas, no tendrá “probablemente los atributos de calidad que normalmente esperan los consumidores”. Incluso asegura que “después de esta fecha, no se debe comercializar”.
La ingeniera en alimentos María de los Ángeles Cedeño señala que las fecha de vencimiento y caducidad son solamente un dato referencial. Esta fecha la coloca el fabricante luego de un estudio previo de vida útil del alimentos, en donde se analizan las características del producto a nivel microbiológico, organoléptico (sabor, olor, color, etc.) y nutricional.
Náuseas, vómito, dolor abdominal, diarrea son algunos de los malestares que puede presentar una persona que ha ingerido un alimento caducado y los síntomas pueden durar hasta 24 horas.
El gastroenterólogo Guillermo Burbano Jarrín acota que es clave fijarse en la fecha de caducidad, especialmente de carnes y mariscos, pues advierte que son fáciles de contaminarse. La gastroenteritis (diarrea abundante acompañada de vómito y sangre) son cuadros frecuentes si se consumen productos sensibles que hayan caducado.
El control para que los productos caducados no se expendan está a cargo de la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), un ente que pertenece al Ministerio de Salud.
Jaime Hernández es doctor en Jurisprudencia. Hasta el año pasado fue Defensor del Pueblo de Pichincha. Allí conoció denuncias de alimentos dañados. Incluso abrió un expediente por un hecho en el que una tarrina con almendras tenía elementos extraños.
La Intendencia de Policía y las Comisarías de Salud también se encargan de estos controles.
El doctor López advierte que en su consultorio médico son frecuentes las consultas por intoxicación alimenticia. “Muchas personas por economía tratan de no desperdiciar nada y por ende consumen alimentos cuya fecha de caducidad ha vencido. Pero el porcentaje de enfermedad por esta razón es bastante reducido”.
La lenteja es un producto no perecible. Si está bien almacenada se la puede consumir pasados seis meses.
Los empaques que contengan: arroz de cebada quinua, etc., almacénelos en un lugar fresco para que duren más.
El canguil puede conservase más tiempo del indicado. Si se ubica los granos en un envase hermético.
Si se va a servir un enlatado de cualquier producto, retire el contenido del envase y ubíquelo en otro recipiente.
Los granos secos pueden durar más tiempo del fijado, si se siguen las recomendaciones sugeridas en el empaque.
El arroz almacenado en un ambiente seco, puede consumirse tranquilamente, después de un año de su vencimiento.
El yogur debe conservarse en refrigeración. Puede consumirse máximo tres días después de haber caducado.
Las carnes son ricas en proteínas y fáciles de contaminarse. Debe respetarse la fecha de caducidad al refrigerar y congelar.
El queso y la mantequilla cambian de sabor cuando pasa su tiempo de consumo. Respete la fecha indicada el empaque.
La leche si está abierta y refrigerada, se la puede consumir hasta una semana después de haber vencido su fecha de caducidad.
Si un producto enlatado tiene golpes, fisuras, etc., aunque no haya concluido su fecha de vencimiento deséchelo, puede estar contaminado y ser tóxico.
Antes de adquirir cualquier producto revise la fecha en que caduca. Si no lo va a consumir de inmediato, opte por uno cuyo tiempo de vencimiento sea mayor.
Fíjese en las sugerencias de almacenamiento que indica el fabricante en cada producto. Si señala que una vez abierto debe ser refrigerado, hágalo.
Los postres, cremas, etc., pueden consumirse 2 a 3 días tras su fecha de caducidad. Si se pasa de este tiempo pueden albergar bacterias.
La mayonesa, salsa de tomate, mostaza si no son abiertos duran 30 días más de su vencimiento.