Un grupo de padres de familia bloqueó ayer la av. Amazonas, en las afueras del Ministerio de Educación, en Quito.
Los padres de los estudiantes que no fueron favorecidos en el sorteo de cupos para octavo año exigieron plazas en los establecimientos educativos en los cuales se inscribieron.Desde la mañana hasta pasado el mediodía ocuparon un tramo de calzada y los exteriores del Ministerio. Los buses urbanos y automóviles particulares fueron desviados por la Policía Nacional. Por dos ocasiones los gendarmes lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.
“Queremos un cupo”, vocearon los padres que reclamaban porque las autoridades no les daban respuesta alguna. “Estamos preocupados. ¿Dónde van a estudiar nuestros hijos? A estas alturas no podemos buscar un colegio”, expresó Silvia Pilla, una madre que participó en la protesta.
Para Leonardo Cazar, en tanto, “la medicina resultó peor que la enfermedad”, porque su hija tiene un promedio sobresaliente de 19,2 y no salió favorecida. “Es injusto. Mejor hubiese dado pruebas de ingreso y sí aprobaba”.
Similar criterio esgrimió Susana Chalá. Anotó que su hijo tiene 19,70 de puntaje y que lo inscribió en tres colegios. Pero en ninguno obtuvo un lugar.
“Yo prefiero madrugar, así tenía un cupo seguro”, opinó Silvia Guano, otra madre de familia.
“Esto es un engaño. ¿Dónde está que la educación es para todos?”, dijeron Rosa Morales, María Berrezueta y Richard Díaz, quienes también asistieron a la protesta.
Para calmar a los manifestantes, el Ministerio instaló siete mesas de información. Andrés Yépez, funcionario, explicó que se recibieron los datos básicos de cada estudiante. “Luego se les indicará sobre las instituciones que tienen espacios disponibles”.
La información se difundirá en la web www.educación.gov.ec. Verónica Falconí, coordinadora de la Secretaría General de la entidad, indicó que el jueves se publicará la lista de planteles que disponen de plazas.
“El Estado garantizará el derecho a la educación pública gratuita. Pero no podemos asegurar que vayan a tal o cual la plantel porque la capacidad es limitada. Por ejemplo, en el Colegio Mejía hubo 3 500 inscritos y cupo solo para 600 alumnos. No podemos saturar”, refirió Falconí.