El concierto de la banda española de rock Extremoduro se realizó en el Ágora de la Casa de la Cultura en Quito. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO
Exhaustos, afónicos, pero satisfechos. Así salieron los asistentes después del concierto de Extremoduro. La agrupación española llegó por primera vez al Ecuador la noche del miércoles (10 de diciembre). Durante más de tres horas, el Ágora de la Casa de la Cultura fue el escenario de una de las bandas más destacadas del rock español.
Después de la presentación de la agrupación ecuatoriana El Duende del Parque, el auditorio -lleno al 95%- esperaba el repertorio de los españoles. Pasadas las 22:00, ya se podía ver a los integrantes de la banda en los laterales del escenario, lo que ocasionó que aumente la emoción del público.
Entonces salió Iñaki Antón -guitarrista-, seguido por Robe Iniesta -vocalista y guitarrista- y el resto de integrantes de la banda. Así dieron paso a un tema instrumental de apertura, para seguir con Extraterrestre.
Iniesta saludó al público antes de seguir con Buscando una luna. El tema fue interpretado bajo luces rojas. Para este momento, las personas ubicadas en las localidades traseras ya buscaban la manera de acercarse a los músicos. Unos sutilmente y otros no tanto, burlaron al personal de seguridad del concierto para sumarse a So Payaso Box.
El vocalista agradeció a los asistentes y luego interpretaron La vereda de la puerta de atrás. Al finalizar el tema, los músicos salieron del tablado y las luces se apagaron. Robe regresó para pedir a la multitud que no empuje a los asistentes ubicados en las primeras filas, pues les estaban causando incomodidades.
Con Si te vas, el público levantó su voz para corear la canción. “A veces no entendemos las cosas porque somos demasiado tontos y otras porque somos demasiado inteligentes, quisiera explicar de qué va esta canción pero no tengo idea”, dijo Iniesta para dar paso a Locura transitoria. Con este tema, ya se aceleró el ritmo del concierto.
El ambiente se calmó de nuevo con el anuncio de una nueva canción, para lo que el líder de la banda pidió que los asistentes apaguen los celulares. “Apaguen los móviles, esta canción todavía no está grabada, es única. Cuando acabemos la gira saldrá (la canción), ahora disfruten y dejen que sea único”, dijo. La audiencia respetó el pedido, para escuchar el tema llamado Canta la rana.
Los flashes y las pantallas de los celulares volvieron a brillar con Dulce introducción al caos. Así mismo, los asistentes regresaron al ánimo expresivo. Los músicos interpretaron Lo de fuera: segundo movimiento y La ley innata en directo, para seguir con una pausa de 20 minutos.
Minutos antes de las 00:00, Extremoduro regresó para ofrecer un segmento más movido. Temas como Jesucristo García, So payaso y Standby pusieron a saltar al público. En la localidad cercana al escenario, los asistentes intentaban hacer un pogo, aunque el limitado espacio les dificultó el baile.
“Para hacer esta canción hemos estudiado, mezclando palabras con drogas, aplicando sólo las mejores”, expresó Iniesta para anunciar el tema Puta. Antón se robó el espectáculo en varias ocasiones, con solos y ‘riffs’. Después de demostrar sus habilidades en la última canción, el guitarrista apareció sin la camiseta amarilla con una imagen de Bob Marley que había vestido hasta momentos antes.
A la 01:00, Robe ya anunció que estarían por finalizar el concierto. Sonó Ama, ama, ama y ensancha el alma y después de una falsa salida, continuaron con El pájaro azul. Iniesta abandonó, entre gestos de despedida y besos, el escenario. El resto de la banda cerró la cita con la audiencia ecuatoriana interpretando Rockin’ All Over the World, un tema instrumental en el que Antón se destacó.