Terminó el año escolar y muchos se han planteado la opción, o han tomado la decisión, de ir a estudiar en países o ciudades distintas a la propia. Si este es el caso, es importante empezar a planear con tiempo todo lo relevante al alojamiento, elección de la universidad e instalación.
Aunque al principio puede resultar difícil para los jóvenes hasta establecerse, esta es una etapa complicada también para los padres, que a pesar de querer lo mejor para sus hijos, no es fácil separarse de ellos. Por eso es importante estar involucrados en el proceso y apoyarlos en su decisión.
Las llamadas gratuitas a través de Internet, el uso de Whatsapp e inclusive las redes sociales, son herramientas que en el pasado no existían. Aunque ahora la tecnología permite acortar las distancias, el contacto no es el mismo.
Para Patricia Jirón, madre de Daniela, dejarla ir fue una decisión complicada, entraba a su cuarto y permanecía ahí, recordando la época en la que la esperaba a que volviera del colegio. La partida de su hija la obligó a actualizarse en la tecnología, se compró un smartphone, aprendió a usar Skype y se abrió una cuenta en Facebook. Ahora, con un horario fijo para comunicarse a través de video llamadas, conoce más de las actividades de su hija, que cuando vivían juntas.
Para la psicóloga Paulina Barahona, cuando es el hijo único o el menor, el que tomó la decisión, la experiencia es más complicada. Es por esto que recomienda vincularse con otras actividades recreativas, físicas, laborales o disfrutar en pareja de lo que siempre quisieron hacer, pero no pudieron en el momento.
Raquel Bravo dejó su casa en Machala hace cuatro años para estudiar en la capital. El nivel de estudios es lo que la convenció.
Aunque admite que fue una decisión difícil, esto le ayudó a crecer, madurar y a asumir responsabilidades que antes no las tenía. La primera etapa de adaptación y ubicación fue la más complicada, por eso ella recomienda instalarse con al menos un mes de anticipación para tener claro también el presupuesto necesario.
Barahona afirma que es una situación delicada para los padres en general, sobre todo en nuestra cultura en la que se da gran importancia a la unidad familiar e insiste que se debe animar y acompañar a los hijos en el proceso. Es por esto que sugiere algunos consejos.
– Tener presente que se fueron por un periodo limitado para estudiar y esto les permitirá tener mejores oportunidades en el futuro. Además reflejan las ganas del joven de superación.
– Ayudar a sus hijos a buscar alojamiento, contactarse con quienes los vayan a recibir e interesarse por el plan académico, permitirá que se involucren más en el proceso.
– Acompañarlos hasta que se instalen es una forma de compartir la experiencia y los dejará más tranquilos al saber donde se quedarán el tiempo que van a estar lejos de la familia.
– Establecer un horario para comunicarse durante la primera etapa ya sea a través de llamadas telefónicas o video llamadas.
– Si todavía no está familiarizado con la tecnología, es recomendable que empiecen a hacerlo, ya que es una forma de estar en constante contacto con ellos.
– No debe perder la calma ni pensar que su hijo los ha olvidado, si las llamadas empiezan a disminuir. Esto solamente significa que están más adaptados con el entorno social y que ya tienen más actividades. Talvez en una primera etapa hablarán todos los días, después puede ir reduciendo a una vez por semana, pero es necesario ser conciente de este cambio.
– Cuando la situación se da con el hijo mayor, también es recomendable no destinar toda la atención a su partida, dejando de lado a los demás miembros. Es importante continuar ayudándolos a los demás a proyectar sus estudios en el futuro y que puedan tener la misma experiencia que el hermano mayor.
– Debe confiar en las enseñanzas que impartió en ellos ya que ahora es el momento cuando las aplicarán.