Un ‘escaneo’ al mundo de la cultura Valdivia

La muestra de la artista francesa Caroline Achaintre forma parte del proyecto Zarigüeya/Alabado Contemporáneo. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

La muestra de la artista francesa Caroline Achaintre forma parte del proyecto Zarigüeya/Alabado Contemporáneo. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

La muestra de la artista francesa Caroline Achaintre forma parte del proyecto Zarigüeya/Alabado Contemporáneo. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

El escáner es un dispositivo que traduce una imagen de un lenguaje impreso a uno digital. La forma en que funciona esta máquina sirvió como detonante para que la artista francesa Caroline Achaintre elaborase una serie de máscaras en cerámica y un tapiz para la cuarta muestra del proyecto Zarigüeya/Alabado Contemporáneo.

Con ‘Escáner’ Achaintre se propuso traducir las piezas de la cultura Valdivia, que son parte de la colección del Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado, a un lenguaje que le resultara más cercano, en su caso el tejido y el modelado en cerámica, oficios que han caído en desuso en el mundo del arte contemporáneo.

La simplicidad de las figuras monolíticas de la cultura Valdivia acaparó la atención de esta artista desde su primera visita al museo. Le impresionó que piezas tan antiguas estén impregnadas de “un aire futurista. Las piezas que vi son robots, máquinas del tiempo y grabadoras”.

A partir de esas impresiones trabajó la serie de máscaras que son parte de ‘Escáner’, piezas llenas de curvas que a primera vista dan la impresión de seguir en un proceso de moldeado. Para María Fernanda Cartagena, directora del museo, estas máscaras tienen la capacidad de ser “simultáneamente milenarias y contemporáneas, serias y absurdas, masculinas y femeninas y zoomorfas y antropomorfas”.

Achaintre concibió la instalación de esta muestra como un hábitat en que las máscaras están protegidas por una pieza elaborada a mano a través de una técnica llamada ‘tufted’.

Para elaborar el tapiz de color rojo y amarillo que cuelga en una de las paredes de la sala, esta artista trabajó durante un mes. Para tejer este textil utilizó una pistola de aire a presión que le permitió ‘pintar’ con lana. “La pistola dispara la lana a través de un lienzo instalado en posición vertical y trabajo desde el reverso. Por eso debo desplazarme al frente, rodeando el lienzo, para ver lo que estoy haciendo”, explica.

Achaintre agrega que esta obra también sirve de referencia a la tradición textil del país que se remonta a la época precolombina. Para romper con la cromática del resto de salas del museo decidió que los soportes donde se colocaron las máscaras estén pintados de color palo de rosa, otro guiño al juego de traducción que atraviesa esta exposición.

Como parte del proyecto Zarigüeya/Alabado Contemporáneo en esta sala también se ha montado ‘Horamen’, de Adrián Balseca; ‘Crisis’, de Osías Yanov y ‘Problemas de estilo y vasijas de barro’, de Asier Mendizábal. Este proyecto dirigido por Manuela Ribadeneira, Manuela Moscoso y Pablo Lafuente tiene como objetivo entablar un diálogo entre las piezas del museo y el arte contemporáneo.

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