Es muy difícil que el ser humano viva más de 125 años

Imagen referencial. Según un estudio realizado en Estados Unidos, hay muy pocas posibilidades de que un ser humano viva más de 125 años. Foto: Wikicommons.

Imagen referencial. Según un estudio realizado en Estados Unidos, hay muy pocas posibilidades de que un ser humano viva más de 125 años. Foto: Wikicommons.

Imagen referencial. Según un estudio realizado en Estados Unidos, hay muy pocas posibilidades de que un ser humano viva más de 125 años. Foto: Wikicommons.

¿Hay un límite natural para la longevidad humana? Un equipo de investigadores de Estados Unidos ha hecho un exaustivo análisis de datos demográficos de 40 países y ha llegado a la conclusión de que sí: según publican hoy 5 de octubre de 2016 en Nature, hay muy pocas posibilidades de que un ser humano viva más de 125 años.

El equipo que dirige Jan Vijg en el Albert Einstein College of Medicine de Nueva York analizó datos de natalidad y de mortalidad de la Base de Datos de Mortalidad Humana de más de 40 países. Como se esperaba, descubrieron que en una generación el número de personas de más de 70 años aumenta de año en año, pero sólo hasta un punto determinado. Y en el caso de los datos de personas de más de 100 años, ese punto era todavía más limitado.

A continuación, analizaron los datos de edad máxima de Francia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos. El resultado es que desde los años 90 del siglo pasado la edad máxima no ha retrocedido.

"Los demógrafos y biólogos han argumentado que no hay razón para pensar que el actual aumento de intervalo de edad máximo vaya a terminar próximamente", apunta Vijg. "Pero nuestros datos dicen que eso ya ocurrió, en los años 90", añade.

La edad máxima en esa época se situó de media en 115 años. Teniendo en cuenta otros cálculos estadísticos, los investigadores determinaron que con gran seguridad los 125 años son el límite máximo.

La posibilidad de que en un año determinado alguna persona en el mundo supere esa edad es de menos de 1 por cada 10 000, apuntan los expertos. Sin embargo, el director fundador del Instituto Max-Planck para la investigación demográfica de Rostock, James Vaupel, es crítico con este estudio y cree que no aporta nada a la comprensión científica de cuánto vive el ser humano.

Según Vaupel, la investigación se basa en el uso selectivo de datos y saca conclusiones parciales que no se sustentan con los datos. "Es desalentador cuan a menudo se puede cometer el mismo fallo en ciencia y se publica en reputadas revistas especializadas", lamentó.

En su opinión, este tipo de estudios se publican porque a mucha gente le parece plausible que el margen de longevidad máxima no pueda aumentar mucho más. En opinión de Vaupel, no hay ningún indicio de la existencia de un límite máximo de edad y en el pasado los límites se superaron una y otra vez.

"Hace 100 años se creía que la esperanza de vida media nunca superaría los 65 años. Cuando se demostró lo contrario, ese límite se volvió a subir una y otra vez", apuntó.

Sin embargo, el equipo de Vijg está convencido de que "los avances en la lucha contra las enfermedades infecciosas y crónicas pueden hacer aumentar la esperanza de vida media, pero no la esperanza de vida máxima", aunque los investigadores no saben qué motivos biológicos puede haber para que exista un límite ya que no hay ningún gen que fije directamente la edad o el momento de la muerte.

En un comentario al estudio publicado también en Nature, Jay Olshansky, de la Universidad de Illinois en Chicago, compara ese límite con el que existe para la velocidad del ser humano.

La velocidad máxima que puede alcanzar el hombre corriendo no está determinada por los genes, pero nuestra estructura corporal, que ha evolucionado para otros fines, impone límites biomecánicos.

El ser humano está trabajando duro, y con cierto éxito, para prolongar los años de vida, pero debería admitirse que hay límites genéticos a una prolongación radical, apunta. La persona más longeva hasta el momento fue la francesa Jeanne Calment, que murió en 1997 a los 122 años

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