La estación Narcissus Quagliata (Taiwán) tiene una vidriera de 2 180 m². Fotos: es.gizmodo.com y www.wikipedia.com
Los metros, trenes subterráneos y túneles deprimidos para el paso vehicular han sido, desde hace algunas décadas, los tubos de ensayo donde se ponen a punto las más avanzadas técnicas constructivas y de ingeniería estructural.
Algunos, asimismo, son ejemplos de las logradas muestras del diseño, ya sea clásico (como las estaciones del metro de San Petersburgo) o contemporáneo (como el T-Centralen Station de Estocolmo).
Lo cierto es que, como afirma el portal es.gizmodo.com, desde 1863, cuando entró en servicio el metro de Londres, se han concebido cientos de estaciones subterráneas en todos los estilos imaginables.
Gizmodo hace, asimismo, una selección y presenta 15 estaciones subterráneas que son auténticas joyas de diseño: T-Centralen Station, Estocolmo; Solna Station, Estocolmo, Stadium Station, Estocolmo; Westfriedhof Stattion, Múnich; Marienplatz Station, Múnich; St.-Quirin-Platz Station, Múnich; Estación de Drassanes, Barcelona; Avtovo Station, San Petersburgo; Kiyevskaya Station, Moscú; Slavyansky Bulvar Station, Moscú; Puhung and Yonggwang Station, Corea del Norte; Arts et Métiers Station, París; Formosa Boulevard Station, Taiwán; y, Bockenheimer Warte Station, Fráncfort.
Obviamente, existen muchos más ejemplos de estaciones famosas, como las del metro de Londres o las del metro de Bilbao, otra obra del carismático arquitecto británico Norman Foster, Premio Pritzker de Arquitectura 1999 .
El metro de Estocolmo es paradigmático, pues alberga un montón de estaciones increíbles. La del Parlamento, inaugurada en 1975, es la más referencial y admirada.
Las paradas del metro de París, asimismo, impresionan por su diseño de corte industrial donde se conjugan equipamientos como engranajes, ojos de buey, relojes antiguos, homenajes a Julio Verne...