La interculturalidad se resalta en las esculturas de Cayambe
En Cayambe se conserva la tradición de hacer una limpia para eliminar malas energías.
La inclinación de la cabeza es un signo de respeto en casi todas las culturas del mundo. En Cayambe, dos esculturas del artista surcoreano Yoo Young-Ho, que representan al ser humano, son acogidas por este cantón intercultural, que está localizado en el norte de Pichincha.
Para el imaginario asiático, un saludo es un preámbulo para formar amistades y entender nuevos trasfondos culturales. Las efigies de aluminio, que miden 2 metros de alto cada una, están instaladas -en sentido norte-sur- en el monumento de la Mitad del Mundo, en San Luis de Guachalá.
Una de las cosas que más le impresionó al escultor es que el lugar no solo sea denominado la Mitad del Mundo sino también la mitad del tiempo.
Las imágenes, que fueron donadas por el escultor y la Embajada de la República de Corea en Ecuador, están separadas por un canal de agua que franquea exactamente la trayectoria de la línea imaginaria ecuatorial, que divide a la Tierra en dos hemisferios.
La semana anterior fueron develados los monumentos, que poseen un color neutro. Según su creador, el tono refleja al hombre universal y se adaptan a cualquier sitio. “Se pueden entender como dos personas encontrándose, pero en realidad es el mismo individuo que se reencuentra a sí mismo”.
Esta obra de arte hermana a dos pueblos distintos (Ecuador y Corea del Sur), explicó Guillermo Churuchumbi, el primer alcalde indígena de Cayambe. Pero sobre todo fortalece la interculturalidad del cantón. “Son dos hombres saludando, en la latitud cero”.
Estas esculturas, conocidas con el nombre Greeting Man (El hombre que saluda, en español), no son las primeras que se instalan en América Latina. Imágenes similares, pero de 6 metros de altura, del mismo autor, se encuentran en Montevideo, en Uruguay, y en Ciudad de Panamá.
Los preparativos para instalar estas esculturas en Cayambe empezaron en enero del año pasado. Yoo Young-Ho recorrió varios sitios hasta seleccionar el de Guachalá. Las esculturas fueron elaboradas en Corea y luego traídas al país. Entre tanto, el Municipio local adecuó el espacio para su instalación.
Fue necesario construir una plataforma de concreto, de 12 metros de diámetro, para albergar a las efigies, explica Andrea Araujo, directora de Planificación. El objetivo también es dar un nuevo atractivo a San Luis de Guachalá.
El Cabildo local también ejecuta en otros parques la instalación de símbolos ancestrales, como una forma de fortalecer la identidad cultural de la zona. Araujo explica que entre los símbolos que se recrean en espacios públicos están la chacana y el churo (caracol).