En la literatura latinoamericana del siglo XX hay escritoras potentes cuya lectura es imprescindible. Fotos: Captura
Lejos de etiquetas, de estereotipos y de la corrección política hay escritoras latinoamericanas que resultan imprescindibles en el momento de armar una biblioteca personal. Nombres que han dejado una impronta en la poética, ensayística y narrativa de la región.
La lista de escritoras que se han abierto camino en el gusto de los lectores, durante las últimas décadas, resulta cuantiosa. Uno de los factores que ha influenciado en este proceso de reconocimiento ha sido la reimpresión de textos como ‘Los cálices vacíos’, de la uruguaya Delmira Agustini.
Esta autora fue una de las primeras poetas de la región en desarrollar una lírica enfocada en el mundo erótico. Agustini, quien fue asesinada por su exmarido, habla en este libro del cuerpo y el deseo de la mujer.
En uno de los versos de ‘En silencio’ dice: En llamas me despedazo/Por engarzarme en tu abrazo/Y me calcina el delirio/Cuando me yergo en tu vida/Toda de blanco vestida/Toda sahumada de lirio.
Una de los grandes referentes en el mundo del ensayo literario de la región es la mexicana Rosario Castellanos. Ella enfocó su producción literaria en la protesta feminista que se consolidó, a escala mundial, en las décadas de los cincuenta y de los sesenta. En textos como ‘Mujer que sabe latín’ muestra su preocupación por las desventajas sociales y los prejuicios que limitaban a las mujeres mexicanas, sobre todo, las que vivían en zonas indígenas como Chiapas.
En Brasil, la narrativa de Clarice Lispector se ha convertido en una de las más estudiadas después de la de Machado de Assis. Solo en este país existen cerca de 8 000 tesis que analizan su producción literaria. Uno de sus libros más reconocidos es ‘La pasión según G. H.’, obra que narra la experiencia de una mujer de clase alta que descubre la presencia de una cucaracha dentro de su casa, a la que luego deglute.
Dentro de las autoras contemporáneas de lectura imprescindible está la colombiana Piedad Bonnett, autora de ‘Lo que no tiene nombre’, un libro que narra los pormenores del dolor que le produjo el suicidio de su hijo, quien sufría de una enfermedad mental.
En esta lista también está la escritora argentina Claudia Piñeiro, con su novela ‘Las viudas de los jueves’, un thriller policial que desnuda la vida de la clase alta, que se convierte en el espejo de un país en decadencia. La novela fue adaptada al cine por Marcelo Piñeyro.
En República Dominicana despunta la narrativa de Rita Indiana, una autora que ha logrado colocar temas como la prostitución y la vida de los colectivos Glbti en el radar de la literatura latinoamericana.