El mundo cinematográfico de Woody Allen está envuelto de metáforas. Y en ellas, el director, actor, escritor y músico pone en escena que la vida es un azar.
Eso lo deja claro en su filme ‘Match Point’, del 2005. Una escena lo resume: en medio de la red de tenis la pelota queda varada a la espera de caer a la derecha o a la izquierda, el azar lo decidirá y con eso se gana o se pierde.“Lo adoro”, dijo Scarlett Johansson después de rodar esa película durante cinco semanas en Londres, en el verano del 2004. A ella le entregaron el guión de ese filme a una semana del inicio del rodaje, antes de julio de ese año. Le llegó con una frase escrita por Allen, “si no puedes, estoy seguro de que podríamos trabajar en otra ocasión”. Pero sí pudo y el resultado fue tener a esta rubia en la cinta, que habla de la infidelidad y el crimen. Luego ella reconoció que trabajar en ‘Martch Point’ con Allen fue fantástico.
Ella les contó -en septiembre pasado- a los periodistas que le preguntaron sobre la cinta que trabajar en esta película fue un sueño, se declaró fan de Allen desde los 10 años y reconoció que formaron una “buena pareja, a pesar de que él era muy histérico, pero respetuoso”. Él tiene 75 años y ella cumplió 26 en noviembre.
Aunque Allan Stewart Königsberg (nombre de pila del director) ha reconocido que empezó su carrera cinematográfica a los 5 años, grabó su primera película en 1968 completamente escrita y dirigida por él, a sus 33 años y en la que actúa como un ladrón. Se trata de ‘Take the money and run’.
Tiene los ojos diminutos y los luce detrás de sus lentes de marco grueso que ya son como su cédula de identidad y que si se los quita pocos lo reconocerían.
Isabel Dávalos, directora del festival de cine Cero Latitud, habla de él con suavidad. Se toma su tiempo para pensar en una respuesta y al final dice que con el neoyorquino no hay medias tintas, que a la gente le gusta o no su propuesta. Se reconoce como una fanática del trabajo de él y tiene la lectura de que este multifacético director de baja estatura está siempre en evolución.
Uno de esos giros que observa Dávalos es que hace poco salió a rodar filmes fuera de Nueva York.
La directora ejecutiva de Ocho y Medio, Mariana Andrade, cuenta que aún hay Woody Allen por más años. “Su cine no pasa ni pasará desapercibido por las generación que gustan de este arte”.
A Allen lo han visto por lo menos unas tres generaciones. Desde que empezó su carrera ha realizado 65 producciones entre largometrajes, cortometrajes y algunos trabajos para la televisión. Tiene 16 nominaciones a los Oscar, de las que ganó tres. Además, ha escrito 33 libros, algunos son la base de los guiones de sus filmes.
Fernando Balseca leyó los textos de Allen. Y al comparar al escritor con el cineasta, dice que se parecen mucho. “Es un escritor de una ironía explosiva. Se burla de la política, de la academia…”. Balseca, que hace dos semanas escribió un artículo en el diario El Universo a propósito de los 75 años de Allen, es su lector y lo califica como irreverente.
Allen también es músico y en la actualidad da recitales con su banda The New Orleans Jazz Band. En su infancia aprendió a tocar el violín y luego se dedicó a tocar el clarinete.