Tras 35 años en la industria musical el vocalista de los Rolling Stones acudió a un ‘vocal coach’, porque “más vale tarde que nunca”, admitió Mick Jagger en la Radio Virgin, en el 2006. El artista explicó que no solo era cuestión de edad, sino de problemas que se puedan suscitar en la voz “no solo la de los viejos, sino también la de jóvenes”, apuntaba el cantante.
Esta figura de un ‘entrenador vocal’ se escucha lejana y apegada únicamente al ámbito internacional. Sin embargo, hay profesionales que se dedican a entrenar las voces amateurs y de artistas en la capital. Para el ‘coach vocal’ Francisco González, las responsabilidades de su trabajo son bastante amplias. Si bien involucran el trabajo de técnicas vocales, los entrenadores -para Gonzá lez- también se vinculan en el asesoramiento del repertorio de un artista, la producción musical y prestan asesoría en la composición.
Pero principalmente el ‘coach’ se involucra en la exploración personal del alumno en relación con su propio instrumento que es la voz. El conocimiento del mismo será vital para continuar este viaje de aprendizaje musical. Por tanto, los entrenadores realizan un trabajo personalizado con el estudiante.
El docente de canto y ‘vocal coach’ Carlos Grijalva explica que la idea de las clases de formalidad ‘uno a uno’ busca “generar un acompañamiento a un proceso personal”.
La labor que se realiza en conjunto trata de despertar preguntas en el artista, más que darle respuestas sobre cómo utilizar su voz. El ‘coaching’ -según Grijalva- intenta dar al estudiante herramientas personales, en el ámbito interpretativo, y profesionales, en cuanto a la voz, para cantar.
Para el dominio del instrumento natural hace falta una conciencia sobre la respiración. Los tres entrenadores consultados coinciden en que este es uno de los primeros pasos que deben trabajarse.
Para González, se refuerzan dos puntos específicos: la proyección y la resistencia. En el primer punto se dedican a mejorar el volumen de la voz. La meta es encontrar el balance perfecto que evite que el cantante se asfixie en la mitad de una canción. Para la resistencia los ejercicios se enfocan en que la voz se pueda mantenerse en frases largas o en la mayor cantidad de tiempo posible.
Cada entrenador trabajará con base en los requerimientos de la persona. Un ‘coach’ puede trabajar con objetivos específicos como la preparación para la grabación de un disco, un concierto en vivo o simplemente con la idea de mejorar el rango vocal del alumno.
Por ello no existen técnicas definitivas que funcionen de manera genérica. Tomando en cuenta que cada persona acude a los ‘coaches’ con distintas influencias musicales y con deseos de introducirse en géneros específicos -como el rock, el metal o el canto lírico-, cada aproximación será distinta.
Sin embargo -según Grijalva- el proceso para todos parte de un mismo tronco técnico, desde donde cada uno puede ir especializándose. Cuando se conocen bien los esfuerzos y bondades de la voz, se podrán identificar los detalles que caracterizan cada estilo. Hasta el punto en el que sea sencillo saber no solamente en dónde cantar ronco, sino el porqué.
Todo el aprendizaje va de la mano de un proceso de experimentación. Prueba y error con géneros, tonos y ejercicios guiados por un profesional, dispuesto a trabajar en los vicios de la voz para sacarle todo su potencial.
El canto es un proceso corporal
Mariela Espinosa/ Vocalista de Munn, profesora de canto y entrenadora vocal
Iniciar las clases con un ‘vocal coach’ diría que es el mismo formato para todos los géneros. Hay que ver en qué punto está el estudiante y saber que se avanza con cada uno a una velocidad distinta. Pero para mí todas las personas pueden acercarse al canto.
El canto es un proceso corporal. Mientras más vayas practicándolo tu cuerpo se va a adecuando y ajustando a esta nueva forma de funcionar. Funciona no solo para el momento en el que cantas sino en la vida. Así mismo, con la respiración -que es la herramienta para el canto-. Mientras más la ejercitas la vas corrigiendo y optimizando.
Yo -en estas clases- aprendo todos los días. Tengo que estar técnicamente más preparada. Pero he visto que es hermoso lo que uno puede aportarle a otra persona. Veo que van avanzando y por eso se quedan en las clases.
Es a lo que yo apunto, a que los estudiantes lleguen a sentirse cómodos y que disfruten, porque quien escuche también lo va a disfrutar.