Si algo tienen en común La Naranjilla Mecánica, La Tertulia y el Café Sibarí es el gusto de sus dueños por las artes, cada uno en su rama.
Hace ocho años, Karen Solórzano estudiaba Artes Plásticas en la U. Central cuando decidió crear un taller. Pero al encontrar una casa grande, en la Tamayo y Veintimilla, le surgió otra idea. Su hermano, Etiel Solórzano, tenía experiencia en estos negocios y así nació La Naranjilla Mecánica.
“Al final logramos anclar la idea a una realidad más cotidiana”, dice Karen: Es una galería con servicio de cocina de autor. Los platos tienen nombres de artistas nacionales e internacionales y son creados bajo el concepto del lugar.
Ahora, por ejemplo, se exhibe la muestra ‘San Violentín’, 46 trabajos realizados por estudiantes de la U. San Francisco.
En La Naranjilla Mecánica hay tres ambientes. Uno es el restaurante, otra la sala Lester Inc, considerada un espacio en permanente construcción, puesto que acoge a los artistas que hacen instalaciones en completa libertad. Otro es el Garabatorio: se basa en una propuesta gráfica.
También, hace ocho años, empezó el Café Sibarí. Al principio funcionaba en la Galería Exedra, como una cafetería para los visitantes del lugar. Tiempo después el café se mudó al barrio San Marcos y luego a La Ronda. Su dueño, Rubén Vásquez, es decorador de interiores y artista plástico. En cada local puso su vinculación con el arte y su estilo en el ambiente.
Además de exposiciones -como las recientes de trabajos de estudiantes de la Unita y la de obras del Encuentro Internacional de Arte y Cultura de San Marcos-, en el Café Sibarí los martes se presentan obras de teatro y todas las noches hay música en vivo. La comida que allí se ofrece es principalmente tradicional ecuatoriana.
En abril se organizará una nueva carta que incluya mayor variedad, pero siempre dentro de este concepto debido, entre otras cosas, a su ubicación actual en este tradicional barrio quiteño.
Otro apasionado por el arte es Juan Carlos Maldonado, un chef que abrió el 15 de diciembre pasado su restaurante La Tertulia. Allí, la idea es promover todo tipo de arte, desde diseño, pintura y fotografía hasta las artes culinarias. Su objetivo es convertir a este lugar en una comunidad artística.
Hasta ahora, aquí han expuesto el pintor Luigi Stornaiolo y el fotógrafo Juan Silva.
Tanto las obras de los artistas como las mesas, lámparas, sillas y otros detalles del local están a disposición del público si desea comprarlas. Ahora está abierta la exposición de 37 obras del pintor Roberto Ortiz.
Maldonado cuida cada detalle del lugar. Y su pasión por la cocina ha hecho que dedique especial cuidado en el diseño de su carta. La gente que visita La Tertulia no encontrará platillos conocidos en su menú sino distintas combinaciones creadas por el chef bajo el concepto de cocina internacional de autor.